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Ciudad de México.— “México no permite, ni permitirá”, el ingreso al país “de manera irregular mucho menos violenta”, advirtió anoche el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, tras la irrupción de migrantes centroamericanos en la frontera sur.
En un mensaje, Peña Nieto afirmó que México es un país que conoce “los retos” de la migración, así como la “gran vulnerabilidad” que enfrentan quienes abandonan sus países de origen en busca de una mejor calidad de vida. “Nuestras leyes ponen al migrante, y a la protección de sus derechos humanos, en el centro. Buscamos que la migración sea segura, regular y ordenada”, dijo.
Al referirse a lo ocurrido ayer por la tarde en la frontera entre Chiapas y Guatemala, el mandatario lamentó lo que llamó una “situación inédita”, cuando los migrantes entraron irregularmente a territorio mexicano, “incluso agrediendo” a los policías federales que estaban desarmados. Y añadió: “Como cualquier país soberano, México no permite, ni permitirá, el ingreso a su territorio de manera irregular y mucho menos de forma violenta (...) lo cual no sólo atenta contra nuestra soberanía, también pone en riesgo a los propios migrantes”. Aun así, señaló que “México mantiene la disposición de apoyar a los migrantes que decidan ingresar a nuestro país respetando nuestras leyes”.
Por la tarde, Peña recibió en Los Pinos al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, con quien abordó el tema de la caravana que en su mayoría se dirige a EU, y dejó claro que México definirá su política migratoria de manera soberana, con pleno respeto de los derechos humanos de los migrantes.
Sobre ese asunto hablaron previamente Pompeo y el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, quienes apuntaron que cada nación aplicará su legislación para atender el caso. Videgaray subrayó que la política migratoria de México la define el país y coincidió con Peña Nieto en el sentido de que se aplicará la ley de manera humanitaria, con respeto a los derechos humanos y la dignidad de las personas. Pompeo aseguró que EU también aplicará su legislación y confió en que ambos países puedan enfrentar el reto migratorio de manera conjunta: “El principal tema que enfrentamos, tras el acuerdo comercial, es este momento en el que parece haber una crisis con una cantidad récord de migrantes”, exclamó.
Comentó que con Videgaray habló sobre la necesidad de detener el flujo migratorio antes de que la caravana llegue a Estados Unidos: “Ustedes [México] decidirán la mejor manera de lograr lo que creo que son objetivos compartidos.
Refiriéndose al tema de la caravana, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió protección y apoyo para los centroamericanos que cruzan el país. López Obrador dijo que instruyó al futuro canciller, Marcelo Ebrard, quien ayer se reunió con Pompeo para hablar de la próxima relación bilateral, a que busque un acuerdo de inversión, por unos 30 mil millones de dólares, entre México, Canadá, EU y los países centroamericanos para que se impulsen actividades productivas, empleo y se acabe el problema migratorio de fondo.