Ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas ( ONU ), el embajador de México ante el órgano, Juan Ramón de la Fuente , insistió en su exigencia de que se ponga fin al embargo económico a Cuba impuesto por el gobierno de Estados Unidos desde hace más de seis décadas.
En su intervención en un debate del Consejo de Seguridad, el doctor de la Fuente Ramírez se pronunció en contra de las sanciones unilaterales al margen del Sistema de las Naciones Unidas, como la que afecta a la isla caribeña, además de que denunció, hay dobles raseros para aplicar dichas sanciones “que son inaceptables, pues vulneran la acción humanitaria y violentan al derecho internacional humanitario”.
“La realidad es que en muchas ocasiones las sanciones imponen graves restricciones a donantes para proveer fondos y equipos a actores humanitarios. En ocasiones, también derivan en procesos penales en contra de personal humanitario. Generan una onda expansiva de desincentivos para participar o cooperar en programas de carácter humanitario. Y terminan por afectar a la población que precisamente queremos beneficiar”, subrayó durante su discurso.
Juan Ramón de la Fuente recalcó que el gobierno de México reitera “la necesidad de poner fin a esa práctica, de conformidad con la Resolución 75 diagonal 289 de la Asamblea General (de la ONU)”.
Subrayó que el tema de cómo evitar las consecuencias no deseadas de las sanciones está en el centro de las prioridades de México en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y recordó que hace algún tiempo “pusimos sobre la mesa la necesidad de salvaguardar el espacio humanitario a través de una iniciativa conjunta con Alemania y Suiza, y más recientemente coauspiciamos con la Unión Europea una serie de discusiones sobre la protección y seguridad del personal humanitario en los conflictos en donde también abordamos el impacto negativo, aún cuando no sea intencional, de las sanciones”.
El embajador de México ante la ONU destacó que estas iniciativas han rendido algunos frutos, pues se ha pasado del debate sobre si las sanciones producen o no consecuencias humanitarias indeseables a una etapa de acción para intentar prevenir o mitigar su impacto.
“El caso de Somalia y el reciente fortalecimiento del lenguaje humanitario en el régimen de sanciones en la República Democrática del Congo, así como la adopción 2615 del Consejo de Seguridad, creando una excepción humanitaria en Afganistán, son ejemplos concretos de todo ello”.
Sin embargo, advirtió que aún queda un largo camino por recorrer, ya que -denunció- “a pesar de que solicitamos incluir el lenguaje acordado sobre el impacto humanitario en la renovación de los mandatos de las resoluciones 1267 y 1373 en el ámbito del combate al terrorismo, dada la oposición de una minoría de miembros del Consejo, las resoluciones, 2611 y 2617, adoptadas en diciembre pasado son, desafortunadamente, omisas con este respecto”.
Lee aquí su discurso íntegro:
"El tema que hoy debatimos, está en el centro de las prioridades de México en este Consejo. Hace algún tiempo, pusimos sobre la mesa, la necesidad de salvaguardar el espacio humanitario a través de una iniciativa conjunta con Alemania y Suiza, y más recientemente, coauspiciamos con la Unión Europea una serie de discusiones sobre la protección y seguridad del personal humanitario en los conflictos, donde también abordamos el impacto negativo aún cuando no sea intencional de las sanciones.
Estas iniciativas han rendido algunos frutos. Hemos pasado del debate sobre si las sanciones producen o no consecuencias humanitarias indeseables, a una etapa de acción para intentar prevenir o mitigar su impacto.
El caso de Somalia y el reciente fortalecimiento del lenguaje humanitario en el régimen de sanciones en la República Democrática del Congo, así como la adopción 26-15 del Consejo de Seguridad, creando una excepción humanitaria en Afganistán, son ejemplos concretos de todo ello.
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer.
A pesar de que solicitamos incluir lenguaje acordado sobre el impacto humanitario en la renovación de los mandatos de las resoluciones 12-67 y 13-73 en el ámbito del combate al terrorismo, dada la oposición de una minoría de miembros del Consejo, las resoluciones 26-11 y 26-17, adoptadas en diciembre pasado, son desafortunadamente omisas con este respecto.
Estos dobles raseros son inaceptables, pues vulneran la acción humanitaria y violentan al derecho internacional humanitario.
La realidad, es que en muchas ocasiones, las sanciones imponen grandes restricciones adonantes para proveer fondos o equipos a actores humanitarios. En ocasiones, también derivan en procesos penales en contra de personal humanitario, generan una onda expansiva de desincentivos para participar o cooperar en programas de caracter humanitario, y terminan por afectar a la población que precisamente queremos beneficiar.
Por ello, México se opone a la imposición de sanciones unilaterales al margen del sistema de las Naciones Unidas, como es el caso del embargo a Cuba. Reiteramos la necesidad de poner fin a esa práctica de conformidad con la resolución 75/289 de la Asamblea General".
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