Washington.— Menores en un centro de detención en Arizona han denunciado haber sido víctimas de agresiones sexuales y blanco de represalias por parte de los agentes supuestamente encargados de cuidarlos por quejarse de las condiciones en las que están, reveló ayer la cadena estadounidense NBC.
Un guatemalteco de 16 años en un centro de detención en Yuma, Arizona, contó que él y otros compañeros se quejaron por el sabor del agua y la comida, a lo que los agentes de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) respondieron quitándoles sus colchones y obligándolos a dormir en el suelo.
Una hondureña de 15 años dijo que un oficial metió las manos en el interior del brassier de ella, se lo jaló hacia abajo y la manoseó, argumentando que era una revisión de rutina, frente a otros funcionarios migratorios que se reían.
Miembros del Departamento de Salud y Servicios Humanos recabaron casi 30 testimonios con “incidentes significativos” entre el 10 de abril y el 12 de junio de menores en la estación fronteriza de Yuma.
NBC obtuvo los relatos, que incluyen no sólo hacinamiento, sino negativas a realizar una llamada telefónica, o a permitirles bañarse. Un menor se quejó que a veces se iba a dormir con hambre porque la cena la servían después de las 21:00 horas. En todos los casos, los niños dijeron haber estado retenidos más de las 72 horas que permite la ley.
Las denuncias se suman a otras reportadas en centros de detención de menores en Texas, que generaron polémica y obligaron al presidente Donald Trump a responder, aunque sólo fuera para decir que si a los inmigrantes no les gustan las condiciones en que están en esos sitios, eviten viajar sin documentos a Estados Unidos.
Este viernes se realizarán vigilias a las 21:00 horas en distintos puntos del país —incluyendo El Paso, Texas; San Diego, California; Nueva York y Washington DC— para exigir el cierre de los centros de detención para migrantes indocumentados. Las protestas han sido bautizadas como “Luces por la libertad: una vigilia para terminar con los campos de concentración humanos”. Ese mismo día, el vicepresidente Mike Pence visitará un centro de detención en McAllen.