Washington.- La inminente ejecución de una madre de 14 hijos, sentenciada a muerte por el asesinato de su hija de dos años en un polémico caso, ha desatado una ola de solidaridad entre personalidades como Kim Kardashian que rebasa las fronteras de .

La fecha de ejecución de Melissa Lucio está prevista para el 27 de abril por el homicidio en 2007 de su bebé de dos años, Mariah, cuyo cuerpo fue hallado en la casa familiar cubierto de moretones, días después de que cayera por las escaleras.

Embarazada de gemelos en aquel entonces, esta estadounidense de origen mexicano tuvo una vida marcada por las agresiones físicas y sexuales, adicciones a las drogas e inestabilidad económica. La policía sospechó inmediatamente que golpeó a su hija y la interrogó largamente apenas unas horas después de la muerte.

Después de decir que "no lo había hecho casi unas cien veces", a las tres de la mañana realizó una confesión "completamente extorsionada", según Sabrina Van Tassel, directora del documental "The State of Texas vs. Melissa", que se estrenó en 2020.

"Creo que lo hice", dijo finalmente a los agentes que le preguntaron sobre los moretones.

Esa confesión fue "lo único que tuvieron en su contra", dijo Van Tassel, convencida de que "no hay nada que conecte a Melissa Lucio con la muerte de su hija, no hay ADN, no hay testigos".

Durante el juicio, un doctor dijo que era el "peor" caso de abuso infantil que haya visto.

Pero una incapacidad física de Mariah que la volvía inestable cuando caminaba, y pudo explicar su caída, no fue tomada en cuenta por los expertos, según la defensa de Lucio, que también argumentó que los hematomas pudieron haber sido causados por un trastorno de la circulación sanguínea.

Ninguno de los hijos de Melissa la ha acusado de ser violenta. En tanto que el fiscal fue más tarde condenado a prisión por corrupción y extorsión.

"Error judicial"

El documental desató un movimiento de solidaridad en favor de Lucio.

La estrella de telerrealidad Kim Kardashian, con decenas de millones de seguidores, tuiteó el miércoles que hay "tantas preguntas sin resolver alrededor del caso y las pruebas que se usaron para condenarla".

Y la historia de Lucio también fascina a los medios latinoamericanos, al tratarse de la primera mujer latina sentenciada a muerte en Texas, el estado de Estados Unidos que más personas ha ejecutado en el siglo XXI.

En Francia, la excandidata presencial Christiane Taubira dijo que Lucio es probablemente "víctima de un error judicial".

Además uno de los jurados que la condenó expresó su "profundo arrepentimiento" en un editorial publicado el domingo.

Lucio incluso está ganando respaldo entre los republicanos estadounidenses, tradicionales defensores de la pena capital.

Unos 80 congresistas de Texas de ambos partidos han pedido a las autoridades suspender su ejecución.

Varios han ido a visitarla a prisión. "Como un conservador republicano que ha estado desde hace mucho tiempo a favor de la pena muerte, nunca he visto un caso más preocupante que el de Melissa Lucio", dijo uno de ellos, Jeff Leach.

"Impactada"

La detenida está "impactada" por el movimiento de apoyo, según dijo a la AFP su hijo John Lucio.

"No podía creerlo" cuando le mostró mensajes de celebridades como Kim Kardashian.

Los últimos 15 años han sido "muy difíciles", recuerda este hombre de 32 años Lucio, adolescente cuando ocurrió la tragedia y quien tuvo que "lidiar con" la muerte de su hermana al tiempo que veía que su madre era "acusada por ello".

Pero este año "ha sido el más difícil porque recibimos la fecha de ejecución en enero", explicó John Lucio, que dice que siempre creyó en su inocencia.

Está convencido de que su madre nunca habría sido condenada "si hubiera tenido dinero".

El caso trae a la luz el problema de las falsas confesiones. Es difícil estimar cuántas hay, pero según datos del Innocence Project, que lucha contra los errores judiciales, de cuatro personas falsamente condenadas y exoneradas gracias a pruebas de ADN, una había confesado el crimen.

En casos de homicidio, la cifra asciende a 60%, según Saul Kassin, profesor de psicología en el John Jay College of Criminal Justice.

Y alguien que, como Lucio, ha experimentado traumas y violencia, es "menos resistente, más propenso a ceder, tienen menos tolerancia al estrés de un interrogatorio", y por lo tanto es más probable que acepte la autoría de un delito que no ha cometido, dijo.

Lucio ha agotado sus recursos legales, pero su equipo ha presentado una solicitud de clemencia, que suele resolverse hasta unos días antes de la ejecución. Los fiscales también podrían retirar la orden de ejecución y aceptar volver a investigar el caso, según el Houston Chronicle.

Y si todo eso falla, el gobernador de Texas, Greg Abbott, tiene la autoridad para retrasar la muerte de Lucio.

El gobernador, firme partidario de la pena capital, sólo ha concedido clemencia en una ocasión.

agv

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