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El presidente estadounidense, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, recibieron este lunes a más de 30 mil invitados que acudieron a la Casa Blanca para buscar huevos de Pascua escondidos entre sus jardines, una tradición que cumple 141 años.
La celebración anual, conocida como "Easter Egg Roll" , sitúa a miles de niños y niñas como protagonistas de la casa presidencial, ya que durante todo el día participan en un juego que consiste en encontrar huevos de colores repartidos por los arbustos del gran jardín.
Quien descubra uno de los coloridos huevos deberá empujarlo hasta una línea de meta con la ayuda de una cuchara de madera y podrá quedarse con él.
"Hemos celebrado esto desde hace 141 años, no recuerdo la primera vez pero durante estos tres años hemos pasado muy buenos momentos", dijo Trump, acompañado en el Balcón Truman por la primera dama y un sonriente conejo de pascua, al dar la bienvenida a las miles de familias que desde las siete de la mañana hicieron fila para poder jugar en el jardín de la Casa Blanca.
Trump agradeció públicamente a su esposa Melania por la organización del evento: "Trabajó muy duro en esto y sin ella no habría sido igual. Está todo tan hermoso como nunca antes lo había visto. Fantástico trabajo, gracias cariño."
El mandatario también tuvo palabras para "los granjeros de huevos del país" , a quienes calificó como "un grupo de personas que hacen un trabajo maravilloso, a los que amo y sé que me aman también".
Antes de hacer sonar el silbato que inició la búsqueda de huevos, Trump aprovechó la ocasión para defender su liderazgo al frente de Estados Unidos: "Nuestro país lo está haciendo muy bien", sostuvo al destacar el bajo desempleo, la reducción de impuestos y su inversión en el ejército.
Después del discurso, el matrimonio bajó del balcón para reunirse con los invitados, charlar y hacerse fotos.
A continuación, Melania hizo de cuentacuentos ante un grupo de niños y niñas, mientras que su marido ayudó a otros menores a rellenar unas cartas especialmente dispuestas para enviar a familiares y militares desplazados a través de un buzón.
Fue entonces cuando uno de los niños protagonizó una de las anécdotas de la jornada cuando preguntó a Trump por la construcción del muro en la frontera con México.
"Oh, ya está ocurriendo. Se está construyendo ahora", respondió Trump.
"Aquí hay un joven que me dijo: '¡Sigue construyendo el muro!'. ¿Pueden creerlo? Él será un conservador algún día", narró el mandatario a los periodistas.
En los exteriores de la Casa Blanca , las familias esperaron durante horas para poder acceder al recinto, a través de una ordenada fila que llegaba hasta el obelisco de Washington .
"Vivo en los alrededores de la capital y cuando era pequeña vine a la Casa Blanca con mis padres varios lunes de Pascua , ahora quiero que mis hijos también disfruten de este bonito evento por primera vez", relató una madre mientras esperaba su turno junto a sus dos hijos.
Varias bandas musicales del Ejército amenizaron la espera y la fiesta, que durante el mandato del expresidente Barack Obama contó con la presencia de artistas de música popular como Justin Bieber, Janelle Monae y Ariana Grande.
Desde 1878 se celebra esta festividad, muy arraigada en Washington e iniciada por el presidente Rutherford B. Hayes (1877-1881), cuando un grupo de niños se acercó un lunes de Pascua a la puerta de la Casa Blanca para preguntar si podían jugar allí.
El presidente Hayes les dijo a sus guardias que dejaran entrar a los niños, ya que el Congreso había prohibido jugar a las familias en los alrededores del Capitolio por temor a que dañaran el paisaje.
Así se inició a una tradición que todos los presidentes de la historia han respetado.
lsm