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La familia real británica se ha mostrado conmovida tras la muerte de la reina Isabel II , incluido el príncipe Enrique, que no pudo ocultar el dolor en sus apariciones públicas. La semana pasada, los duques de Sussex estuvieron presentes en algunos homenajes. El primero fue cuando se unieron a Guillermo y Kate para saludar a los británicos afuera del castillo de Windsor y el segundo cuando el ataúd de la reina llegó a Westminster. Meghan Markle, la exactriz y mamá de Archie y Lilibeth, se había mantenido ecuánime y con un rostro neutral. Sin embargo, el servicio funerario fue la despedida de Isabel II y no pudo evitar que unas lágrimas inundaran sus ojos. Captaron a la duquesa de Sussex mientras lloraba al presenciar la procesión del féretro de la monarca.
La reina Isabel II de Reino Unido falleció a los 96 años en Balmoral, Escocia, y los servicios funerarios significaron la última oportunidad para decirle adiós. En esta ocasión, la actriz de 41 años seleccionó un atuendo negro de Stella McCartney y llegó con Sophie, condesa de Wessex y esposa del príncipe Eduardo. Meghan derramó una lágrima en el momento en que estaba acompañada de la reina consorte Camila y la princesa de Gales Kate Middleton, mientras millones veían el histórico funeral de Estado.
De alguna forma, la duquesa de Sussex le rindió un emotivo homenaje a la reina al usar unos pendientes que la monarca le regaló. Tras la llegada del féretro, Harry se puso a su lado y detrás de su padre.
Desde el pasado 8 de septiembre, tanto Meghan como Harry se unieron a los miembros de la realeza en diferentes actos conmemorativos. La semana pasada, cuando fue el servicio en Westminster Hall, ella respiró profundamente cuando el féretro pasó e hizo una reverencia.
Foto: AFP
Lloran a su reina
En la despedida, Markle no fue la única que derramó lágrimas, ya que otros miembros de la familia real sintieron una profunda tristeza que no pudieron ocultar. Al nuevo rey Carlos III se lo vio al borde del llanto luego de que el Arzobispo de Canterbury describiera a su madre como alguien que había tocado “una multitud de vidas”.
El diario Mirror compartió que miles de personas se alinearon en la ruta de la procesión desde la Abadía hasta el Arco de Wellington, donde el féretro de la reina partió hacia su hogar en Berkshire, el Castillo de Windsor, y hacia su servicio de entierro. El personal del Palacio de Buckingham también se dirigió a las puertas de la residencia real para mostrar sus respetos. Alrededor del féretro iban los ecuestres del ejército y soldados de su compañía del primer batallón de guardias granaderos, que Isabel II comandaba personalmente.
Detrás se vio a Carlos y sus hermanos, la princesa real, el duque de York y el conde de Wessex, seguidos por los tres nietos de Isabel II, Peter Phillips, el duque de Sussex y el príncipe de Gales. Por su parte, las mujeres de la realeza viajaron en limusinas con la princesa de Gales, sus hijos George y Charlotte con la reina consorte, y la duquesa de Sussex con la condesa de Wessex.
El medio citado aseguró que fueron 2000 personas las que asistieron al funeral de la reina en la Abadía de Westminster, incluidos políticos como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente francés, Emmanuel Macron.
El servicio estuvo marcado por los himnos “The Lord’s My Shepherd” y “I’ll Not Want”, que también se cantó en la boda de la reina con el Duque de Edimburgo en la Abadía en 1947.
Finalmente, el féretro se envolvió con el estandarte real y con la corona de flores solicitada por el rey. Varias catedrales de Reino Unido y más de 125 cines transmitieron en vivo el funeral. Los restos de la reina descasarán junto a los de su padre y de su marido, Felipe de Edimburgo.
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