El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó ayer a todas las naciones responsables a actuar para garantizar que Corea del Norte no siga amenazando al mundo, aseguró que quiere avances y no provocaciones para resolver la crisis por el programa nuclear de Pyongyang e incluso ironizó al decir que está intentando hacerse amigo del líder norcoreano, Kim Jong-un.
“La seguridad es un objetivo que debería unir a todas las naciones civilizadas”, dijo Trump en rueda de prensa conjunta con el presidente vietnamita, Trang Dai Quang, tras la reunión que mantuvieron ambos en el palacio presidencial de Hanoi.
“Todas las naciones responsables deben actuar ahora para garantizar que el régimen deshonesto de Corea del Norte no sigue amenazando al mundo con un número de muertes inconcebible”, afirmó.
“Queremos progreso, no provocaciones (...) Queremos estabilidad, no caos; queremos paz, no guerra”, añadió Trump.
Horas antes, el mandatario estadounidense había tuiteado irónicamente que estaba intentando hacerse amigo del líder norcoreano, Kim Jong-un, después de que Pyongyang lo describiera como un “viejo lunático”. “¿Por qué me insultaría Kim Jong-un llamándome ‘viejo’ cuando yo nunca le llamaría ‘bajito y gordo’?”, tuiteó Trump. “Bien, estoy intentando duramente ser su amigo y quizá ocurra algún día”, escribió.
Al ser preguntado después en la rueda de prensa si la relación con el líder norcoreano podría realmente mejorar y si podrían ser amigos, respondió: “En la vida ocurren cosas sorprendentes. No sé si ocurrirá, pero si ocurre sería muy, muy bueno”.
La agencia de noticias surcoreana Yonhap ya había hecho eco el sábado de las críticas del régimen de Corea del Norte al viaje de Trump, señalando: “Las declaraciones imprudentes de un viejo lunático como Trump nunca nos asustarán o frenarán nuestro avance”.
Norcorea ha sido uno de los principales temas de la agenda de la gira de Trump en Asia, tras los últimos ensayos balísticos y nucleares del régimen de Pyongyang.
En un discurso el viernes en la Asamblea Nacional de Seúl, mandatario aseguró que no buscaba la confrontación con el vecino del norte y rebajó su retórica anterior, sin mencionar el “fuego y furia” con que amenazó a Pyongyang en ocasiones interiores ni referirse a Kim como “pequeño hombre misil”, como suele hacerlo.
En tanto, Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron este fin de semana unas maniobras militares en el mar de Japón con un despliegue excepcional, por la presencia de los portaaviones nucleares estadounidenses USS Ronald Reagan, USS Nimitz y USS Theodore Roosevelt.
De los tres portaaviones uno ya entró en la zona operativa, llamada el Teatro de Operaciones de Corea del Sur (KTO), mientras que los demás participarán más tarde en el día tras las maniobras con Japón, destacó la agencia Yonhap.
El KTO se refiere a una zona en la que el comandante de las fuerzas combinadas de Corea del Sur y Estados Unidos tiene previsto situarse para las operaciones militares en caso de una contingencia. Además 11 buques Aegis de EU y 7 buques de guerra surcoreanos, incluidos dos destructores Aegis, tienen previsto participar.
La maniobras, las primeras en involucrar tres portaaviones en una década, se celebran después de que Seúl y Washington acordaran expandir el “despliegue rotatorio” de activos militares estratégicos estadounidenses en torno a la península de Corea.