El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió ayer que los gobernadores electos en los comicios que tendrán lugar el próximo domingo deberán “subordinarse” a la Asamblea Constituyente, órgano con suprapoderes integrado sólo por oficialistas y calificado de fraudulento por la oposición.

“Todos los gobernadores que van a ser electos el domingo tendrán que juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente y el que no se juramente no toma su cargo y punto y que vaya a llorar pa’ Washington”, dijo durante un acto en el palacio presidencial de Miraflores.

Los venezolanos acuden a las urnas el domingo para elegir a 23 gobernadores en unos comicios que debieron celebrarse en 2016, según la Constitución. El oficialismo controla 20 gobernaciones. Según el mandatario, la Asamblea Constituyente “es la convocante a las elecciones” y por ello “todo el que vote el domingo estará reconociendo su poder ‘plenipotenciario’”.

El bloque opositor denunció el miércoles que el Consejo Nacional Electoral (CNE), al que acusa de servir al gobierno, cambió de lugar 205 centros de votación en 16 estados para afectar su votación.

El proceso electoral ha empezado a ser cuestionado desde el extranjero. En Bogotá, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos —quien no reconoce a la Constituyente de Venezuela—, acusó a Maduro, de “no jugar limpio” en las elecciones regionales y pidió a los venezolanos “salir a las urnas”.

El gobierno de Estados Unidos denunció una “serie de acciones” del Consejo Nacional Electoral venezolano que “ponen en cuestión la legitimidad del proceso electoral”.

En un comunicado, el Departamento de Estado señaló que dichas acciones son el “cierre de centros de votación en bastiones de la oposición, la manipulación del diseño de las boletas, el no proporcionar una completa e independiente auditoría del programa de tabulación del voto, así como un patrón de descalificaciones arbitrarias y con motivación política hacia los líderes y candidatos opositores”.

Recordó también la denuncia pública que hizo el pasado 2 de agosto la empresa Smartmatic sobre la “manipulación” con “más de un millón de votos fantasmas añadidos a los resultados del referendo del 30 de julio”, del que surgió la Asamblea Constituyente.

“Pedimos al gobierno venezolano que celebre elecciones libres y justas. Sabemos, con gran preocupación, que no permitirá observadores electorales internacionales independientes y le pedimos que permita a observadores nacionales independientes vigilar completamente las elecciones y el recuento de sus resultados”, indicó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en declaraciones a la prensa.

Por otra parte, Euzenando Prazeres de Azevedo, quien fue presidente de Odebrecht en Venezuela, aseguró ayer haber entregado 35 millones de dólares a la campaña de Nicolás Maduro, según un vídeo difundido por la exfiscal Luisa Ortega a través de su cuenta de Twitter.

Polémica en la OEA. El Tribunal Supremo nombrado por el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, se “instalará” hoy en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) e iniciará su “año judicial”, un acto “insólito” que rechazan muchos embajadores, no sólo aliados de Caracas, sino críticos del gobierno de Nicolás Maduro.

Muchos no asistirán al evento, al que convocaron los magistrados, quienes se declaran perseguidos. Caracas aún no se pronuncia al respecto de este tema.

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