Kazán, Rusia.— El presidente venezolano, Nicolás Maduro, viajó a Kazán, Rusia, para presionar a favor del ingreso de su país al grupo de los BRICS. No lo consiguió, principalmente por el rechazo de Brasil. Sin embargo, el dirigente tenía otros objetivos quizá más primordiales: por un lado, afianzar el apoyo de Moscú, que consiguió, con Vladimir Putin llamándolo “socio confiable” y “presidente legítimo” de Venezuela.
Por el otro, mostrar que tiene el respaldo de naciones como China y Turquía, en momentos en que la comunidad internacional exige transparencia tras las elecciones del 28 de julio que según el gobierno dieron el triunfo a Maduro, pero que la oposición desconoce, mostrando actas electorales según las cuales el verdadero ganador fue Edmundo González Urrutia.
En este escenario, para Maduro era urgente demostrar que no está solo, previendo que el próximo 10 de enero, cuando debe asumir el nuevo mandato, diversos Estados podrían no reconocerlo.
“Consideramos que el presidente Maduro ganó las elecciones, ganó limpiamente”, dijo Putin durante la rueda de prensa final de la cumbre del grupo BRICS en la ciudad rusa de Kazán.
Además, Putin deseó a Maduro, con quien se reunió la víspera, “éxitos” en su gestión, al igual que al pueblo venezolano.
El líder ruso también indicó que durante una reciente conversación telefónica con su colega brasileño, Inácio Lula da Silva, le transmitió un mensaje para el presidente venezolano. “Confío en que la situación se arregle”, dijo. La Cancillería venezolana denunció en un comunicado lo que llamó “agresión” de Brasil, por vetar su ingreso a los BRICS. “La representación de la cancillería brasileña [Itamaraty], liderada por el embajador Eduardo Paes Saboia, decidió mantener el veto (...) en una acción que constituye una agresión a Venezuela y un gesto hostil”, señaló.
Putin recibió el miércoles en Kazán a Maduro, que lleva a cabo su primer viaje al exterior desde la crisis política de julio en la nación sudamericana. “Venezuela es uno de los viejos y fiables socios de Rusia en América Latina y en el mundo en general”, afirmó Putin y destacó que “las relaciones de asociación estratégica entre nuestros países continúan fortaleciéndose”. Maduro aseguró que “nosotros hemos pasado el desierto, como usted sabe, creo que hemos pasado varios desiertos (...) y estamos ahora de pie, enteros y victoriosos, el pueblo de Venezuela está victorioso”, proclamó.
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“El mandatario ha sido enfático en la importancia que tienen los BRICS en el impulso de un nuevo mundo fundamentado en la multipolaridad que deje atrás el viejo mundo basado en la hegemonía de Estados Unidos”, escribió el medio chavista El Universal.
Desde hace varios meses el régimen venezolano busca la inclusión de Caracas como miembro activo del bloque.
Para el politólogo Daniel Arias, esta visita a Rusia tenía otro objetivo: obtener algunas fotos con parte de los 34 mandatarios participantes de la cumbre y así “obtener una matriz de opinión que genere un reconocimiento internacional”. Maduro, dijo, “está buscando crear la sensación de que Venezuela ya está dentro del BRICS”, aunque no sea así.
Para el politólogo, es importante mirar la postura del gobierno brasileño de Luiz Inácio Lula Da Silva, la cual calificó de “audaz”, debido a que la incorporación de Venezuela podría generar un enfrentamiento con el G7 y con decenas de países de América y Europa por el desconocimiento que ya expresaron sobre los resultados de las elecciones del 28 de julio.
El viaje del líder venezolano se produce horas después de que el asesor del presidente de Brasil para política exterior, Celso Amorim, dijera en declaraciones a medios brasileños que el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva se opone al ingreso de Venezuela como miembro pleno de los BRICS. “No vemos ninguna ventaja” en ese ingreso, declaró en entrevista a CNN. Amorim ha sido firme en reclamar a Maduro que muestre las pruebas de su victoria electoral.
La cancillería venezolana expresó que con este veto brasileño se está “reproduciendo el odio, la exclusión e intolerancia promovidos desde los centros de poder occidentales para impedir, por ahora, el ingreso de la patria de Bolívar a esta organización”.
Esto es “una acción que constituye una agresión a Venezuela y un gesto hostil que se suma a la política criminal de sanciones que han sido impuestas contra un pueblo valiente y revolucionario. Ninguna artimaña o maniobra concebidas contra Venezuela detendrán el curso de la historia”, insistió el comunicado.