Washington.— Emmanuel Macron optó por ser “directo” en Estados Unidos, donde ayer lamentó en Washington las medidas “súper agresivas” tomadas por el presidente Joe Biden para impulsar la industria estadounidense y pidió más coordinación económica de ambos lados del Atlántico ante el riesgo de “dividir a Occidente”.
En el primer día de un viaje oficial para celebrar la amistad francoestadounidense, el mandatario francés no ocultó su preocupación durante un almuerzo con congresistas. Los subsidios masivos incluidos por Biden en una ley económica y social llamada Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) son “súper agresivos para nuestras empresas”, reclamó.
“No quiero convertirme en un mercado para los productos estadounidenses porque tengo exactamente los mismos productos que ustedes. Tengo una clase media [que debe] trabajar y gente que debe encontrar trabajo. Y la consecuencia de IRA es que quizá resuelvan su problema, pero empeorarán el mío”, soltó.
“Pónganse en mi lugar”, les dijo durante esta reunión sobre el cambio climático y en la que pidió “ser respetado como un buen amigo”. Francia ve con malos ojos el proteccionismo económico del presidente demócrata, que sigue el lema made in USA (Fabricado en EU).
Más tarde, en un discurso ofrecido en la Embajada de Francia en Washington, Macron insistió en que el programa de inversiones y subvenciones de Estados Unidos para ayudar a sus empresas puede ser un punto álgido en las relaciones de EU con Europa.
Aunque expresó su apoyo a los objetivos medioambientales de la IRA, Macron aseguró que “estas son decisiones que dividirán a Occidente”, apuntando a los legisladores estadounidenses que “lo que ha ocurrido en los últimos meses ha sido un desafío” para Francia. Biden tiene la intención de impulsar, entre otros, el sector de los vehículos eléctricos para promover el empleo industrial, la transición energética y la competencia tecnológica de su país con China.
El presidente francés dijo que no cree “ni un segundo” que se vaya a dar marcha atrás sobre esta ley considerada crucial por la Casa Blanca, pero abogó por una mejor sincronización entre EU y Europa. La portavoz de Biden, Karine Jean-Pierre, reiteró la posición de Washington, es decir que esa ley crea “oportunidades significativas para las empresas europeas y para la seguridad energética europea”.
Francia es un “aliado vital de Estados Unidos”, dijo horas antes a Macron la vicepresidenta Kamala Harris durante un encuentro en la sede de la NASA, en el que Macron calificó el espacio de “nuevo lugar de conflicto internacional”. Destacó que la alianza con EU es “más fuerte que todo”, ante la comunidad francesa en su embajada después de visitar el Cementerio Nacional de Arlington, donde puso una ofrenda floral sobre la tumba del soldado desconocido y depositó una rosa blanca sobre la de Pierre Charles L’Enfant, el arquitecto francés que dibujó los planos de la capital estadounidense.
Por la noche, Emmanuel y su esposa Brigitte Macron se reunieron con Joe y Jill Biden para una cena íntima, lejos de la pompa que desplegará el jueves la Casa Blanca, con un encuentro en el Despacho Oval y una cena de gala.
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