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Aunque en los hechos se asume como tal, la ciudad de Los Ángeles se alista para erigirse oficialmente como ciudad santuario, en favor de la comunidad de inmigrantes indocumentada.
De igual forma está por aprobar una disposición dirigida a contratistas que pretendan solicitar acuerdos comerciales con la ciudad y que deberán comprobar si forman parte de las empresas que van a participar en la construcción del muro fronterizo, que pretende realizar el presidente Donald Trump.
Un comité del Concilio de la ciudad de Los Ángeles recién aprobó la moción presentada por el concejal Gil Cedillo para que esta urbe sea declarada oficialmente ciudad santuario, lo que se espera que sea llevado pronto ante el pleno.
La declaratoria de ciudad de santuario es un gesto simbólico que se produce cuando los líderes de la metrópoli luchan contra la administración del presidente Trump por las políticas de inmigración.
El Comité de Asuntos de Inmigrantes, Derechos Civiles y Equidad del Concilio votó por adoptar formalmente la etiqueta de “santuario”.
Este comité también esta proponiendo exigir a las empresas con contratos municipales que revelen si trabajan en el muro fronterizo que quiere el presidente de EU.
El concejal Gil Cedillo, quien preside el comité, explicó que se estaba moviendo para proteger la “armonía de la ciudad de las acciones erráticas e irracionales de la administración Trump”.
La etiqueta no proporciona ninguna protección nueva para aquellos sin estatus legal que viven en esta ciudad; sin embargo, miembros del consejo considerarán propuestas para ayudar a inmigrantes en los próximos meses.
Trump emitió una orden ejecutiva en enero pasado que prohíbe a las ciudades santuario recibir fondos de los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional.
La ofensiva ha provocado una oleada de demandas legales desde Los Ángeles y otras ciudades y el tema está pendiente en los tribunales.
El movimiento santuario surgió en la década de 1980 de los esfuerzos de iglesias para proporcionar refugio a centroamericanos que huían de violencia en sus países.
California es el estado con el mayor número de ciudades que se han declarado santuario y entre estas se encuentran San Francisco, San José, Santa Ana, San Diego, Maywood, Oakland y Malibu.
Asimismo, Bell Gardens, Berkeley, City of Industry, Commerce, Concord, Costa Mesa, Cypress, Davis, Downey, Fresno y Lakewood, que se suman a cerca de 300 ciudades y condados con esta denominación.
Además, en un movimiento visto por algunos como una forma de castigar a Los Ángeles, el Departamento de Justicia recientemente se negó a otorgar los subsidios a la policía de esa ciudad, que se dan a muchos otros organismos encargados de hacer cumplir la ley en todo el país.
No existe una definición clara de ciudad santuario, pero en general, las urbes que adoptan la designación buscan ofrecer apoyo político o protección a las personas que están en el país como indocumentadas.
Celebran conferencia sobre inmigración. Unos mil activistas, expertos, autoridades y portavoces de grupos proinmigrantes participan en la Conferencia Nacional de Integración de Inmigración (NIIC, por su sigla en inglés), que desde ayer y hasta el martes se realiza en Phoenix, Arizona.
“Esta conferencia tiene que marcar la ruta hacia el futuro para ver cómo salimos de este momento tan desastroso para los inmigrantes, sin duda una de las peores etapas, con un presidente racista”, señaló la directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (Chirla, en inglés), Angélica Salas, una de las participantes.
“La conferencia es una oportunidad para un amplio espectro de líderes y defensores de enfrentar los desafíos que enfrentan nuestras comunidades más vulnerables, durante uno de los momentos más desagradables de nuestra historia”, señaló Joshua Hoyt, director de la Asociación Nacional para Nuevos Americanos.