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Washington. Los migrantes venezolanos enviados por la Administración de Donald Trump al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) del presidente Nayib Bukele en El Salvador denuncian haber sufrido torturas, reveló este miércoles la organización Human Rights Watch (HRW).
La organización señaló en un informe, en colaboración con la ONG Cristosal, con sede en El Salvador, que los 252 migrantes venezolanos enviados al centro estuvieron sometidos a torturas, violaciones y fueron privados de acceso a comida y agua, de acuerdo con los testimonios de un centenar de familiares y cerca de cincuenta expresos.
Gonzalo, uno de los 252 venezolanos que Estados Unidos envió a El Salvador en marzo y abril de 2025, contó que cuando llegaron al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) "el director de la prisión nos dijo: ‘Llegaron al infierno’. Los custodios me dieron muchos golpes, en el pasillo del módulo y en la celda de castigo. Nos golpeaban casi todos los días".
Los venezolanos, indicó HRW, permanecieron incomunicados unos cuatro meses, hasta el 18 de julio, cuando fueron enviados a Venezuela como parte de un intercambio de prisioneros entre El Salvador y Venezuela.
La organización entrevistó a 40 de los detenidos, así como a 150 personas "con conocimiento fidedigno" de las experiencias de los venezolanos detenidos allí, incluidos familiares y abogados.
Además, HRW revisó documentos judiciales, y encontró que muchos de los detenidos "no habían sido condenados por ningún delito por las autoridades federales o estatales de Estados Unidos, ni en Venezuela u otros países de América Latina donde habían vivido".
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De acuerdo con HRW, "los 252 venezolanos fueron sometidos a detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas, según el derecho internacional de los derechos humanos".
Tres de los entrevistados denunciaron violencia sexual, y uno de ellos aseguró que cuatro guardias abusaron de él y lo obligaron a practicar sexo oral a uno de los custodios.
Los testimonios explicaron que no tenían un acceso adecuado a agua potable, a comida ni a una atención médica: "El agua que utilizaban para beber y para cocinar era amarilla y a veces estaba caliente", explicó la directora.
Además, cuatro de los entrevistados aseguraron haber tenido pensamientos suicidas y uno de ellos intentó quitarse la vida en el centro.
El documento acusa a Estados Unidos de ser "cómplice" de este patrón de violencia contra los venezolanos y revela, en contra de lo que argumenta la Casa Blanca, que estas personas no eran terroristas ni criminales.
"En este grupo de hombres no hay terroristas. Hay hombres que huyen de la violencia de las bandas y la dictadura en Venezuela, que luego fueron expulsados y suspendidos de sus derechos en El Salvador dentro de una prisión para terroristas", afirmó Noah Bullock, director ejecutivo de Cristosal.
“Lo que descubrimos es que estos venezolanos sufrieron torturas sistemáticas durante los casi cuatro meses que estuvieron en el centro. Día tras día eran golpeados por los guardias, los golpeaban por hablar en voz alta, los golpeaban por todo, lo que nos llevó a la conclusión de que no se trataba de casos aislados, sino que era algo sistemático”, aseguró Juanita Goebertus, directora de la división de América de HRW en la presentación en Washington del informe.
“El actual Departamento de Justicia no va a ser el encargado de llevar a cabo una investigación justa y transparente, pero llegará un momento en el que habrá que investigar y responsabilizar a los culpables de este acto tan grave de complicidad de Estados Unidos en la tortura sistemática", añadió Goebertus.
"En algún momento tendrá que haber una investigación, y nosotros y otras organizaciones estamos recopilando pruebas para cuando llegue ese momento, agregó.
ss
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