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El gobierno de Donald Trump fue duramente criticado ayer por grupos defensores de animales por volver a autorizar a los cazadores estadounidenses a importar trofeos de elefantes abatidos en Zimbabue. Las autoridades de la Unión Americana revocaron la prohibición que existía, impuesta por el gobierno anterior de Barack Obama, de importar los muy cotizados colmillos de marfil de este animal amenazado y cuya población en África baja.
El Servicio de Pesca y Fauna Salvaje (USFWS, por sus siglas en inglés) “emitirá licencias para importar trofeos de elefantes cazados con fines recreativos en Zimbabue desde el 21 de enero de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2018”, escribió en su sitio web la dependencia de la administración de la Unión Americana.
Señaló que permitir la matanza de elefantes en Zimbabue y Zambia favorecerá la supervivencia de la especie, porque el dinero que pagan los cazadores ricos por obtener los trofeos de caza puede ir a los programas de conservación.
“Comportamiento reprobable de la administración Trump, 100 elefantes son abatidos ya todos los días. Esto llevará a más caza furtiva”, denunció The Elephant Project en Twitter.
El gobierno de Trump apela con esta decisión a un aspecto de la Ley de Especies en Peligro, que establece que la importación de estos trofeos puede ser legal si se demuestra que la caza beneficia a la conservación más amplia de especies. “Para apoyar la conservación, los cazadores deben optar por cazar sólo en países que tienen un gobierno sólido, una regulación inteligente y poblaciones salvajes sanas”, dijo. Este razonamiento, denunció el jueves la asociación estadounidense PETA, “equivale a vender un niño en el mercado negro con el fin de recaudar dinero para luchar contra la violencia hacia los niños”.