La Laguna, España.— Ríos gigantes de lava avanzaban lenta pero implacablemente hacia el mar después de que un volcán entró en erupción en la isla española de La Palma, sin dejar víctimas, pero sí residencias destruidas, y con el temor a explosiones y nubes de vapor ácido.
Los largos ríos de lava del volcán Cumbre Vieja se deslizaban por las laderas, expulsando columnas de humo blanco a sus costados. Más de 100 residencias quedaron destruidas. Unas 5 mil 500 personas fueron desalojadas desde el domingo.
El gobierno regional de Canarias precisó, sin embargo, que no preveía por ahora nuevas evacuaciones. La lava se desplazaba hacia el mar a unos 700 metros por hora, según el Instituto Volcanológico de Canarias. Las autoridades anticipaban que llegaría al Atlántico al anochecer, o en la madrugada del martes, donde podría provocar explosiones capaces de escupir rocas a más de 200 metros, y nubes de vapor ácido que puede ser tóxico. Los científicos que monitorean la lava midieron su temperatura en más de mil grados Celsius.
Las autoridades de La Palma, donde las personas viven principalmente de la agricultura, recomendaron a la población en áreas donde estaba cayendo ceniza volcánica que se quedara en el interior con las puertas y ventanas cerradas. La erupción podría durar semanas o meses, según los expertos, pero aparentemente ya pasó el peligro inmediato.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, viajó a La Palma desde el domingo para supervisar la situación. “Ahora mismo lo más importante es asegurar la seguridad”, porque “el volcán sigue actuando”, avisó.
Sánchez aplazó el viaje a Nueva York, que estaba previsto para ayer, para participar en la 76 Asamblea General de Naciones Unidas, pero fuentes diplomáticas señalaron que el mandatario “está intentando llegar lo antes posible, dentro de la prioridad, que es ayudar a todos los españoles que están siendo evacuados”. Será el último en intervenir en la Asamblea, el jueves por la tarde.
En tanto, la ministra de Turismo, Reyes Maroto, creó polémica al recordar que los hoteles están abiertos e invitando a los turistas a acercarse a la isla a presenciar “lo que la naturaleza ha traído a La Palma”, unas declaraciones que luego matizó.