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Es una grieta en el desierto que se puede ver desde el espacio.
Y surgió como consceuencia del terremoto que golpeo a California el pasado viernes, el más fuerte en dos décadas.
El sismo de magnitud 7.1 sucedió a una profundidad de solo 900 metros, creando una fisura cerca de su epicentro a unos 240 kilómetros al noreste de Los Ángeles.
Se sintió tan lejos como Phoenix, Arizona, a más de 560 de distancia.
Otro fuerte terremoto de magnitud 6.4 había golpeado cerca de la zona el día anterior.
Ambos sismos causaron heridos leves y provocaron daños en viviendas, tuberías de agua y carreteras.
Huella en el suelo
La grieta en el desierto se abrió cerca del epicentro del terremoto próximo a la ciudad de Ridgecrest.
Imágenes del antes y el después del sismo fueron publicada por Planet Labs, una compañía privada de satélites de observación de la Tierra basada en San Francisco, Estados Unidos.
Según un tuit de Will Marshall, director ejecutivo de Planet Labs, los patrones en la arena sugieren que el agua fue succionada desde el suelo en un proceso llamado "deshidratación".
El lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobó un pedido del gobernador de California, Gavin Newsom, para declarar el estado de emergencia en el área afectada por los sismos y desbloquear fondos adicionales.
El gran terremoto
Los sismólogos advierten sobre la posibilidad de que se produzcan más movimientos.
La magnitud del último terremoto alimentó la discusión sobre la preparación de California para el "Big One" como se conoce en inglés a un terremoto catastrófico que, según los sismólogos, ya tendría que haber sucedido en la falla de San Andrés.
El gobernador Newsom dijo a los periodistas que esto es "una llamada de atención para el resto del estado y otras partes de la nación".
California se encuentra en el proceso de instalar un sistema de detección temprana de terremotos en todo el estado que se completará en 2021.
El sistema alertará a la población de que se va a producir un sismo y, entre otras cosas, detendrá los trenes y abrirá las puertas de las estaciones de bomberos momentos antes de que se produzca el sismo.
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