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Kamala Harris siempre habla de cómo sus padres marcaron su vida. ¿Quiénes eran estos dos inmigrantes nacidos en antiguas colonias británicas a 15 mil kilómetros de distancia una de la otra?
La infancia y la juventud del presidente Joe Biden y la de la candidata demócrata Kamala Harris parecen historias cambiadas respecto del estereotipo de vida familiar de los nativos blancos del nordeste norteamericano, en el caso de los Biden, y de la primera generación de inmigrantes de la costa oeste del país, los Harris.
El actual presidente creció en una familia con antepasados irlandeses venida a menos que, por dificultades económicas cuando nació el actual mandatario en 1942, se tuvo que mudar a la casa de los abuelos maternos en Delaware. Y luego, el padre de Biden siempre trabajó duro como vendedor de autos para sacar adelante una familia de cuatro hijos.
Los Gopalan-Harris fueron en cambio una pareja de recién llegados a tierra norteamericana. La madre, Shyamala Gopalan (1938-2009) llegó desde India en 1958, y su padre Donald Harris (1938), desde Jamaica en 1960. Harris insistió este jueves en que su familia, al igual que la mayoría de los norteamericanos, fue de clase media (algo que la diferencia de Donald Trump).
Lo que no mencionó fue que sus padres fueron desde jóvenes exitosas eminencias de la ciencia, ella, y de la economía, él, que se conocieron en la Universidad de California, Berkeley, en el marco de las luchas contra la segregación racial.
En su discurso en la Convención Nacional Demócrata de este jueves Kamala recordó que sus padres “se enamoraron de esa manera tan estadounidense: mientras marchaban juntos por la justicia en el Movimiento por los Derechos Civiles de la década de 1960″.
Cuando la madre de Kamala, una brillante científica biomédica, falleció a los 70 años en 2009, la principal organización norteamericana de lucha contra el cáncer de mama, la Breast Cancer Action, escribió en su obituario: “El mundo de las mujeres afectadas por el cáncer de mama cambió para mejor gracias a los descubrimientos de Gopalan”.
En el caso del padre de Kamala, hoy de 85 años, profesor emérito de Economía de la Universidad de Stanford, un conferencista con muchísimos libros publicados, en 2021 llegó a ser honrado con la Orden del Mérito, el premio de honor nacional de Jamaica, “por su destacada contribución al desarrollo económico”.
¿Cómo fue, entonces, que estos dos inmigrantes de la costa oeste norteamericana, y además pertenecientes a minorías raciales, tuvieron una carrera tan exitosa en tiempos de segregación, y de qué manera impactó eso en la candidata presidencial demócrata?
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Inmigrantes de excolonias británicas
Gopalan y Harris nacieron el mismo año -1938- y también casualmente en lo que entonces eran dos colonias británicas, India y Jamaica.
Los Gopalan eran en Madrás una acomodada familia brahmán tamil. El jefe de familia, P.V. Gopalan (1911-1998), fue un reconocido funcionario público tanto en tiempos de la colonia como luego en la independencia. De hecho, Kamala recuerda a su abuelo como una de sus “personas favoritas en el mundo”.
La actual vicepresidenta pasó incluso una temporada durante su infancia en la residencia de su abuelo en Zambia, adonde había sido destinado para cumplir funciones diplomáticas. Hasta su muerte en 1998 lo visitó en reiteradas oportunidades también en la India, y suele citar a este hombre de ideas progresistas y un defensor de los derechos de las mujeres, como una de sus influencias más importantes en su decisión de lanzarse como servidora pública.
En ese ambiente de ideas liberales creció Shyamala, la madre de la vicepresidenta, que era la mayor de cuatro hermanos.
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Dos estudiantes en Berkeley
Cuando Shyamala, una joven sobresaliente, culminó a los 19 años en la India su primera carrera universitaria como licenciada en Ciencias del Hogar, le planteó a sus padres que quería hacer una maestría en nutrición y endocrinología en la Universidad de California, Berkeley. La respuesta de su padre fue: “Si te aceptan, vas”.
“Y su aceptación en Berkeley fue un gran acontecimiento familiar”, recordó un hermano menor de Shyamala, Gopalan Balachandran, hoy un académico de 84 años de Nueva Delhi. “En ese momento, el número de mujeres indias solteras que habían ido a Estados Unidos para realizar estudios de posgrado probablemente era de dos dígitos”, recordó.
En aquella universidad californiana, donde había apenas un centenar de negros en un cuerpo de 20 mil estudiantes, Shyamala -que seguía guardando sus tradiciones indias, vestía sari y sandalias- fue admitida en la Asociación Afroamericana, donde era la única persona no negra de ese grupo de estudio intelectual considerado la institución fundamental del Black Power.
Fue en el otoño de 1962 que Donald Harris, entonces un destacado estudiante del doctorado en Economía jamaiquino, alto y delgado, dio una charla en la Asociación Afroamericana sobre de qué manera la élite blanca del poder colonial en Jamaica se había rodeado de un pequeño grupo de negros para intentar camuflar las condiciones extremas de segregación en el país isleño.
El propio padre de la actual vicepresidenta recordó hace un tiempo que al finalizar su charla, se le acercó a hablar una joven vestida con sari indio “que se destacaba por sobre los demás en el grupo de hombres y mujeres”. “Todo eso me resultó muy interesante y, me atrevería a decir, un poco encantador”, recordó Donald Harris.
“En una reunión posterior, volvimos a hablar, y también en la siguiente. El resto es historia”, agregó.
La pareja se casó en 1963, un año después de conocerse, y rápidamente llegaron sus hijas. Shyamala eligió darle a las pequeñas nombres sánscritos derivados de la mitología hindú para ayudar a preservar su identidad cultural. Kamala (”flor de loto”) nació en 1964, y Maya (”ilusión”), en 1967.
La llegada de las hijas no impidió a la pareja Harris-Gopalan continuar con su vida profesional y social.
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La flamante candidata demócrata recuerda con orgullo el activismo de sus padres que llevaban a sus hijas en sus cochecitos a las marchas de los años 60 por las calles de California.
“Mis padres marcharon y gritaron en el Movimiento por los Derechos Civiles de la década de 1960. Es gracias a ellos y a la gente que también salió a las calles para luchar por la justicia que estoy donde estoy”, escribió Kamala en Instagram en 2020.
La familia visitó varias veces la India y Jamaica para que las pequeñas pudieran mantener el contacto con sus raíces. Pero la intensa actividad académica de Donald Harris viajando por todo el país terminó por desmoronar la pareja. Shyamala quedó a cargo de las pequeñas y pidió el divorcio en 1972. De todas maneras el famoso economista siguió presente en la vida de sus hijas.
Tras la separación, ambos padres continuaron dedicándose de lleno a su actividad profesional.
Cruce público
Donald Harris es un prestigioso académico y conferencista con ideas económicas de izquierda que, según su biografía en Stanford, “centró sus investigaciones en explorar el proceso de acumulación de capital y sus implicaciones para una teoría del crecimiento de la economía”.
Padre e hija tuvieron un cruce público en 2019, durante la campaña de Kamala, cuando la candidata dio una respuesta desafortunada durante una entrevista al ser consultada si apoyaba o se oponía a la legalización de la marihuana. Kamala respondió: “La mitad de mi familia es de Jamaica. ¿Estás bromeando?”.
El padre no pasó por alto ese comentario y dijo también públicamente que sus antepasados se estarían “revolviendo en sus tumbas”, al ver que una descendiente de jamaiquinos se sumaba al cliché de asociar al país caribeño con la droga.
La relación de Kamala con su madre fue en cambio sin altibajos.
La vicepresidenta suele recordar que Shyamala llevaba a las dos hijas pequeñas a los laboratorios donde realizaba sus experimentos. “Al crecer rodeada de científicos aprendí que en la vida uno tiene que mirar hacia el futuro, sin limitarse por la carga de lo que ocurrió en el pasado. Al fin y al cabo, de eso se trata la ciencia, de buscar aquello que en el futuro va a mejorar las condiciones de vida de la gente”.
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Ante una consulta de La Nación, la Breast Cancer Action explicó que el trabajo fundamental de Shyamala en cuanto al tratamiento del cáncer de mama fue “el aislamiento y la caracterización del gen receptor de progesterona”.
“Su contribución en cuanto a la identificación de tumores de cáncer de mama que responden a hormonas significó que las personas con ese tipo de cáncer pueden recibir ahora un tratamiento más específico y, por tanto, más exitoso”, señaló la organización a este diario.
Como Kamala fue criada principalmente por su madre, la califica como la “mayor fuente de inspiración” que tuvo en su vida. “Pienso en las batallas que libró, los valores que me enseñó, su compromiso de mejorar la atención médica para todos nosotros... Por eso, no hay título ni honor en la tierra que atesore más que decir que soy la hija de Shyamala Gopalan Harris”.
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