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Entre las historias de horror de mujeres que matan a sus hijos, hay una que sobresale: la de Dominique Cottrez, una extrabajadora de la salud de 51 años que fue declarada culpable de asfixiar a ocho de sus bebés poco después de darlos a luz en secreto entre 1989 y 2000.
Se trata del peor caso de infanticidio en la historia moderna de Francia, pues impactó al país cuando los bebés fueron descubiertos en el jardín familiar en Villers-au-Tertre, cerca de Lille, en 2010.
Cuando las autoridades descubrieron este caso, Cottrez, que tiene dos hijas adultas y varios nietos, les dijo a los investigadores que durante más de una década tuvo ocho bebés y luego los mató.
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A dos de sus hijos los enterró en el jardín trasero de su casa y a los otros seis los guardo en bolsas de plástico dentro del hogar. Ninguno de sus familiares sabía de sus asesinatos, pues disimulaba sus embarazos con su peso de 130 kilos y daba a luz en solitario.
"Monsieur Cottrez dijo a los investigadores que nunca supo que su esposa estaba embarazada porque es bastante corpulenta o que se deshizo de los niños inmediatamente después de su nacimiento", dijo Eric Vaillant, fiscal de Douai, en la rueda de prensa en 2010.
¿Cómo descubrieron los crímenes?
Los asesinatos de esta extrabajadora de salud fueron descubiertos cuando el nuevo propietario de la casa en la que vivió la familia Cottrez hasta 1991, estaba cavando un estanque de patos cuando encontraron los restos de dos de los bebés en bolsas herméticas selladas.
Luego, los médicos forenses de la policía encontraron seis cuerpos más en su nuevo hogar. Cuando la verdad salió a la luz, la mujer describió cómo mató al primer niño en 1989. Según los documentos judiciales, asfixió al pequeño con las sábanas, lo colocó en una bolsa de basura que ya había preparado y luego puso la bolsa en el armario.
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Al segundo lo mató cuando estuvo hospitalizada por un ataque epiléptico no relacionado y dio a luz en el baño del hospital. Al bebé lo estranguló y lo envolvió en sábanas de plástico y toallas, lo colocó en el armario de su habitación del hospital y luego llevó a su casa.
Los siguientes asesinatos se volvieron borrosos y el último infanticidio fue en 2000. El esposo de Cottrez y sus dos hijas adultas dicen que notaron malos olores en varias partes de la casa, pero pensaron que provenían de aguas residuales, su perro o incluso de sus pies.
¿Por qué lo hizo?
Según el diario británico Daily Mail, Cottrez le dijo a los investigadores que mató a los bebés porque tenían miedo de que fueran de su padre, el granjero Oscar Lempereur, con el que tuvo un larga “infidelidad” incestuosa desde su infancia hasta que murió en 2007.
La mujer le dijo que fue violada por su padre, primero cuando tenía ocho años, luego repetidamente durante su adolescencia. Sin embargo, esto continuó pasando después de que se casó y ya se convirtió en un acto consentido, e incluso, admitió que estaba más enamorada de su padre que de su esposo.
Inicialmente, Cottrez afirmó que había matado “sistemáticamente” a los bebés simplemente porque no quería tener más hijos, pero no quería ver a un médico acerca de la anticoncepción. Así que el asesinato se volvió su “medio anticonceptivo”.
Ella le dijo al juez que le había contado a su padre sobre los ocho embarazos y los ocho asesinatos, y los investigadores creen que él podría haberla ayudado a esconder algunos de los cuerpos.
Dominique Cottrez fue condenada en el tribunal penal de Douai, en el norte de Francia, a nueve años de prisión por haber matado a ocho de sus bebés. La pena es la mitad de los 18 años que pedía el fiscal general. Pero tras cinco horas de deliberación, el jurado desestimó la premeditación en el primer infanticidio, pero subrayó la “intención” en los demás. Además, sus abogados resaltaron que la acusada tenía problemas psicológicos.
El abogado de Cottrez, Frank Berton, dijo que su clienta estaba aliviada porque los asesinatos que cometió salieran a la luz. “Ya no los lleva en su conciencia y es un alivio”, comentó Cottrez en ese entonces.
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