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Buenos Aires.— La ex presidenta argentina y actual senadora Cristina Fernández de Kirchner presentó ayer un escrito en su octava citación judicial en dos años y medio en el que negó haber recibido dinero como parte de la causa en la que se investigan presunto lavado de dinero.
En el texto, que más tarde difundió a través de su página web, la ex mandataria (2007-2015) aseguró que “nunca van a encontrar nada” con lo que involucrarla en delitos de corrupción, porque “jamás” se apoderó de “dinero ilícito alguno”.
“Podrán seguir vigilando mis movimientos y los de mi familia, escuchar de manera clandestina mis conversaciones telefónicas o excavar toda la Patagonia argentina o donde mejor se les ocurra, que nunca van a encontrar nada con lo que involucrarme, porque jamás me apoderé de dinero ilícito alguno”, remarcó.
Sebastián Casanello, juez encargado de esta causa, conocida como la “Ruta del Dinero K” (Kirchner), llamó a Fernández tras ser obligado por una Cámara superior a citarla, a pesar de haber evitado hacerlo durante dos años. Con una veintena de imputados, Casanello investiga delitos de lavado de activos entre 2010 y 2013 a través de una red que supuestamente montó una estructura de sociedades y cuentas bancarias en el exterior para el blanqueo de al menos 60 millones de dólares.
En esta causa destaca Lázaro Báez —estrecho colaborador del ex presidente Néstor Kirchner y en prisión preventiva desde 2016—, al haber sido acusado de blanquear millonarias sumas de dinero que habría obtenido de la obra pública en la provincia sureña de Santa Cruz a través de sus empresas constructoras.
El empresario, dueño del grupo Austral, es acusado de haber brindado el “entramado societario” para captar fondos públicos y “vehiculizarlos" parcialmente a las manos “de quienes entonces eran funcionarios públicos”, en referencia a la ex mandataria y otros altos cargos.
La Justicia también investiga si esos fondos fueron sacados del país para posteriormente reintroducirlos para ocultar su origen. Fernández recalcó que “jamás” tuvo cuentas bancarias no declaradas, “ya sea sola, con Báez o con cualquier otra persona”.
El caso se inició en 2013, aunque ganó voz en marzo de 2016, cuando un canal televisivo difundió imágenes que mostraban a Martín Báez, hijo del contratista, contando grandes sumas de dinero en las oficinas de una financiera en Buenos Aires.
Cristina Fernández está procesada en seis causas, la última después de que el juez Claudio Bonadio la señalara este lunes como “jefa” de una asociación ilícita montada para recaudar sobornos de empresarios durante los gobiernos kirhneristas (2003-2015). Por el momento no será detenida por ser senadora y estar aforada.