Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó ayer su convencimiento de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, “no hará nada” para impedir o coartar el “gran potencial económico” de su país, en sus primeras declaraciones públicas después de que Corea del Norte lanzara este sábado múltiples proyectiles de corto alcance contra el mar del Este.

“Cualquier cosa es posible en este mundo tan interesante, pero creo que Kim Jong-un se da perfecta cuenta del gran potencial económico de Corea del Norte y no hará nada para interferir o acabar con él”, manifestó el mandatario estadounidense.

El presidente de la Unión Americana reiteró, como en otras ocasiones, que está “del lado” del líder norcoreano, a pesar de la actual paralización de las conversaciones para eliminar el arsenal nuclear norcoreano.

“No quiere romper las promesas que me hizo y sabe que el acuerdo se va a firmar”, añadió el magnate.

La agencia KCNA informó que en los ejercicios participó el líder norcoreano. “Tras determinar el orden y el procedimiento de ataque artillero, él dio la orden de fuego”, agregó.

La segunda cumbre entre Kim y Trump, en Hanói, Vietnam, celebrada en febrero, acabó en un fracaso.

Pyongyang terminó abruptamente con el encuentro después de que Trump les propusiera un desarme total, una demanda excesiva a juicio de las autoridades norcoreanas.

Precisamente el incidente de ayer, según los analistas, puede haber sido una expresión de frustración por el colapso de las conversaciones.

Las sanciones siguen en vigor y la precaria economía norcoreana ha sufrido todavía más por ello, hasta el punto de que el gobierno ha reducido las raciones de comida que reparte a sus ciudadanos a 300 gramos al día, el nivel más bajo para esta época del año, y se espera que haya más recortes después de que se haya registrado la peor cosecha en una década, advirtió este viernes el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

El lanzamiento es además el primero desde que el régimen norcoreano disparó un misil balístico intercontinental en noviembre de 2017.

“Parece claro que Corea del Norte está enfadada por lo que parece ser una falta de flexibilidad en la posición del gobierno de [el presidente estadounidense Donald] Trump sobre la mitigación de las sanciones, apegándose a una política de máxima presión”, declaró Harry Kazianis del grupo de expertos del Center for the National Interest.

La presidencia de Corea del Sur instó a Corea del Norte a abstenerse de más acciones, en una de las declaraciones más duras desde que los dos vecinos se embarcaron en intentos de reconciliación a principios del año pasado. “Estamos muy preocupados por la última acción de Corea del Norte”, dijo la portavoz presidencial de Corea del Sur, quien añadió que lo ocurrido viola un acuerdo militar.

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