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Ciudad de Panamá
.- Sin titubear ni un instante, la joven mexicana Ana Lucía Reyes Vargas se paró esta tarde frente al Papa Francisco en un enorme escenario a un lado de la bahía de la ciudad de Panamá , en una multitudinaria ceremonia de acogida de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) , y le presentó a dos santos: al indígena mexicano Juan Diego y al Papa Juan Pablo II.
En pocas palabras, durante una intervención de apenas unos dos minutos, Ana Lucía le contó a Francisco el trasfondo religioso del indígena chichimeca Juan Diego Cuauhtlatoatzin (1474—1548) al que se le apareció la Virgen de Guadalupe en 1531. Juan Diego fue beatificado en 1990 y canonizado en 2002, en ambos casos por Juan Pablo II.
En el reducido tiempo para hablarle a Francisco sobre dos santos, la mexicana también se refirió al polaco Karol Wojtila (1920—2005) que en 1978 se convirtió en el Papa Juan Pablo II hasta su fallecimiento y que fue beatificado por el Papa Benedicto XVI en 2011 y canonizado precisamente por Francisco en 2014.
Ana Lucía l
e habló primero del pontífice polaco y destacó “su firme decisión de mostrarle al mundo el rostro joven de Cristo. San Juan Pablo II nos enseña a amar a María, la madre de la Iglesia (Católica), a entender cómo en el corazón de un papa anciano, puede brillar la eterna juventud que da esperanza”.
Enseguida le mencionó a Juan Diego. “También quiero presentarle a San Juan Diego , este hombre sencillo hijo de nuestra América. Subió hasta el cerro del Tepeyac para recoger, en unas rosas nacidas en invierno, nuestra Madre, la Señora que nos trae la luz del Evangelio, la paz de su Hijo y la alegría de saber que todos somos hermanos si abrimos el corazón al amor de Dios”.
La ceremonia formó parte de la presentación al Papa por parte de los jóvenes de los Santos Patronos de la JMJ , que empezó el martes pasado en esta capital con la presencia de una multitud de peregrinos jóvenes de todo el mundo y que es el objetivo central de la visita que el Pontífice inició este miércoles a Panamá y que concluirá el próximo domingo.
El acto de la JMJ se realizó en el Campo Santa María la Antigua, gigantesco sector capitalino de áreas verdes y vías junto a la bahía capitalina.
Otros seis santos fueron presentados, además de Juan Diego y Juan Pablo.
Uno fue el salvadoreño Oscar Arnulfo Romero (1917—1980), el arzobispo de San Salvador asesinado en 1980 por un escuadrón paramilitar derechista de la muerte y que fue beatificado en 2015 y canonizado en 2018 por Francisco .
Otro fue el mexicano San José Sánchez del Río (1913—1928), joven de 14 años ejecutado por oficiales gubernamentales mexicanos durante la guerra cristera que azotó a México de 1926 a 1929 por el conflicto del gobierno con milicias de laicos, presbíteros y religiosos católicos opuestos a una ley interna que proponía limitar el culto católico. Sánchez fue beatificado en 2005 y canonizado por Francisco en 2016.
También fueron presentados el peruano San MartÍn de Porres Velásquez (1579—1639), humilde fraile dominico que fue el primer santo mulato de América tras ser beatificado en 1837 y canonizado en 1962 y la peruana Santa Rosa de Lima (1586—1617), mística cristiana dominica beatificada en 1668 y canonizada en 1671.
Asimismo, fue presentado el italiano San Juan Bosco (1815—1888), el sacerdote que auxilió a los jóvenes necesitados y en riesgo que fue beatificado en 1929 y canonizado en 1934.
Al grupo se integró a la religiosa nicaragüense Sor María Romero Meneses (1902—1977), una monja salesiana dedicada a ayudar a los más pobres, beatificada en 2002 y cuya canonización está todavía en proceso, pese a decenas de testimonios sobre su santidad.
agv