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Madrid.— La izquierda española captó el mensaje de las elecciones del pasado domingo, por lo que Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Pablo Iglesias, dirigente de Unidas Podemos, se apresuraron a anunciar un preacuerdo de coalición para formar un gobierno progresista y romper el bloqueo.
Tras una reunión secreta y contra todos los pronósticos, Sánchez e Iglesias prefiguraron en más de 24 horas las líneas maestras de un pacto que no fueron capaces de amarrar en casi seis meses tras los comicios del pasado mes de abril.
“El PSOE y Unidas Podemos hemos alcanzado un preacuerdo para conformar un gobierno progresista de coalición que sitúe a España como referente de la protección de los derechos sociales en Europa, tal y como los ciudadanos han decidido en las urnas”, señalaron.
Sánchez avanzó que España tendrá un gobierno estable y rotundamente progresista para superar el desencuentro de la izquierda y compensar la decepción de sus electores por la parálisis política. Iglesias reiteró su lealtad a Sánchez y dijo que la coalición de gobierno se había convertido en una necesidad histórica. Ambos líderes sellaron el pre- acuerdo con un abrazo.
Garantizar la convivencia en Cataluña, crear empleo y combatir la precariedad laboral, trabajar por la regeneración democrática y luchar contra la corrupción, implementar políticas feministas, frenar el cambio climático y avanzar en una mayor justicia fiscal compatible con el equilibrio presupuestario, son algunos de los rubros del preacuerdo.
Los principales partidos nacionalistas catalanes y vascos podrían facilitar la investidura de Sánchez con su abstención, en primera o segunda ronda parlamentaria.
El crecimiento de la extrema derecha de Vox en los últimos comicios pesó en el ánimo conciliador de los dirigentes de la izquierda española. Con Sánchez como presidente del gobierno, Iglesias ocuparía la segunda vicepresidencia. Unidas Podemos obtendría varias carteras ministeriales, mientras que los socialistas retendrían la mayoría de los cargos en el nuevo gabinete. Ahora es el turno de Sánchez e Iglesias, quienes tendrán que recabar los apoyos parlamentarios necesarios para que su coalición llegue a buen puerto.