anunció este jueves que revoca el estatus diplomático a los representantes de ante la Autoridad Nacional Palestina (ANP), en respuesta a las medidas "unilaterales y antiisraelíes" del Ejecutivo noruego, como el reconocimiento del Estado palestino.

"Quienes nos ataquen y lleven a cabo una política unilateral contra nosotros pagarán un precio", afirma el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, en la carta remitida a la Embajada de Noruega en el país.

El ministro explica que la decisión se toma en el contexto de "una serie de medidas unilaterales y antiisraelíes por parte del gobierno noruego, incluido el reconocimiento de un Estado palestino, la adhesión a la demanda contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia y serias declaraciones de altos funcionarios noruegos".

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El embajador noruego ante Israel, Per Egil Selvaag, fue convocado hoy al Ministerio de Asuntos Exteriores y se le entregó la nota diplomática informando a Noruega de la respuesta israelí, que revocará el estatus diplomático a éstos en siete días.

El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Hussein al Sheij, dijo que la decisión de Exteriores "conlleva dimensiones peligrosas y tiene importantes repercusiones", y llamó a los países europeos a responder en la misma medida a la que califica como una "transgresión y violación" de las leyes internacionales.

La embajada de Noruega acoge a un grupo de ocho diplomáticos noruegos, cuyas funciones eran representar a su país ante la Autoridad Palestina; y Katz ordenó la ruptura "inmediata" de la conexión con esa entidad, que gobierna en partes reducidas de Cisjordania, pero que la comunidad internacional reconoce como interlocutor legítimo del pueblo palestino, que salió precisamente de los Acuerdos de Oslo.

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"La medida es particularmente dolorosa para Noruega, que intenta involucrarse lo más posible en la cuestión palestina y preside la conferencia de los países que donan dinero a la Autoridad Palestina", aseveró el ministro Katz.

Noruega, junto con Irlanda y España, reconoció el pasado 28 de mayo de forma unilateral el Estado palestino el pasado mayo, generando división sobre el tema dentro de la Unión Europea, y provocando el enfado de Israel, que prometió represalias.

El Consulado de España en Jerusalén, que es uno de los consulados históricos en Tierra Santa fundado en 1853, también recibió la orden de Israel de "dejar de prestar servicio a los palestinos de Cisjordania", ya que la institución, entre otras cosas, funciona de facto como una embajada ante Palestina, aunque su estatus es diferente al de Noruega.



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