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Jerusalén.— El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, criticó la afirmación de su homólogo ruso, Serguei Lavrov, de que Hitler “tenía sangre judía”, y convocó al embajador ruso para pedirle aclaraciones.
Del mismo modo, el gobierno de Ucrania fustigó las palabras del ministro de Exteriores ruso, según el cual el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y Adolfo Hitler comparten “orígenes hebreos”, lo cual, dijo, refleja el antisemitismo ruso y un intento de justificar el asesinato masivo de ucranianos.
“Zelensky esgrime este argumento: ¿Cómo puede estar presente el nazismo [en Ucrania] si él mismo es judío?”, dijo Lavrov, según se transcribe en el sitio web de su ministerio. Y agregó: “Puedo equivocarme, pero Hitler también tenía sangre judía”.
Ante ello, Lapid dijo: “Los comentarios del ministro Lavrov son escandalosos, imperdonables y un horrible error histórico”. El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, también denunció las “mentiras” de Lavrov y afirmó en un comunicado que la guerra de la era actual no es comparable al Holocausto.
“El uso del Holocausto del pueblo judío como una herramienta política debe cesar inmediatamente”, dijo Bennett.
Lavrov “no pudo ocultar el arraigado antisemitismo de las élites rusas”, escribió el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en Twitter
Mientras, Rusia reanudó la destrucción del complejo acerero en Mariupol que se ha convertido en el último bastión de resistencia en la ciudad, informaron soldados ucranianos, después de un breve cese el fuego durante el fin de semana, que permitió las primeras evacuaciones de civiles que se resguardaban en la planta.
Más de 100 personas, incluyendo ancianas y mujeres con hijos pequeños, salieron el domingo de la destruida planta de Azovstal y partieron en autobuses y ambulancias hacia Zaporiyia, la cual se encuentra bajo control de Ucrania y se ubica a 230 kilómetros al noroeste, según las autoridades y videos publicados por ambas partes.
El vicealcalde de Mariupol, Sergei Orlov, aseveró a la cadena BBC que los evacuados probablemente no lleguen a Zaporiyia el lunes como se esperaba. Las autoridades no explicaron las causas de la demora.
Antes de la evacuación del fin de semana, la cual contó con la supervisión de Naciones Unidas y la Cruz Roja, se creía que unos mil civiles se resguardaban en el complejo junto a 2 mil soldados.
En tanto, Estados Unidos acusó al gobierno ruso de querer anexionar dos territorios separatistas prorrusos del este: Donetsk y Lugansk. Las fuerzas rusas están concentrando sus esfuerzos en la parte sur y oriental de Ucrania, en particular la región de Donbás y en Odesa, a orillas del mar Negro, luego de fracasar en el intento de tomar Kiev en las primeras semanas de la guerra.
El ayuntamiento de Odesa informó en Telegram que un bombardeo ruso alcanzó un edificio residencial en el que había cinco personas y que un adolescente de 15 años murió.