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Yakarta.— Los residentes de la capital de Indonesia que se vieron forzados a acudir a refugios debido a las extensas inundaciones comenzaron a regresar a sus hogares a medida que las aguas comenzaron a ceder, mientras la cifra de fallecidos llegó anoche a 43, según autoridades.
Las lluvias monzónicas y la crecida de los ríos anegaron, por lo menos, 182 vecindarios y provocaron deslaves en los distritos de Bogor y Depok.
Anies Bawesdan, gobernador de Yakarta, dijo que gran parte del agua ya había retrocedido para ayer en la tarde y que el número de desplazados bajó de 19 mil a unos 5 mil. Anteriormente, las autoridades dijeron que había unas 35 mil personas en refugios a lo largo del área metropolitana.
Los que regresaban a sus hogares encontraban calles repletas de lodo y escombros, vehículos arrastrados por las corrientes, volcados en parques o apilados en estrechos callejones. En las banquetas había ollas, sandalias y fotografías viejas.
Las autoridades aprovecharon que bajaron las aguas para retirar lodo y basura de las calles. La electricidad regresó a casas y negocios.
Antes de que esto sucediera, imágenes de televisión y fotografías mostraban autos flotando en aguas lodosas, mientras soldados y rescatistas usaban lanchas inflables para evacuar a niños y ancianos refugiados en los techos de sus viviendas.
Las inundaciones afectaron miles de viviendas y edificios en distritos pobres y ricos, obligaron a las autoridades a interrumpir los servicios de electricidad y agua y paralizaron las redes de transporte, detalló Agus Wibowo, vocero de la Agencia de Mitigación de Desastres.
Se trata de las peores anegaciones desde 2013, cuando 47 personas murieron.