San Francisco.— Un intenso incendio forestal en el norte de California causó la muerte de nueve personas y destruyó gran parte de una comunidad de unos 30 mil habitantes sin que los bomberos pudieran impedirlo debido al veloz desplazamiento de las llamas, dijeron ayer las autoridades.

Apenas un día después de haber empezado, el incendio próximo a la localidad de Paradise se había extendido a 362 kilómetros cuadrados y había consumido 6 mil 713 inmuebles, todos ellos viviendas.

“Lo cierto es que no se combatió el fuego”, declaró el capitán Scott McLean, del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire, por sus siglas en inglés), quien explicó que las cuadrillas optaron por ayudar a la gente a salir con vida. “Estos bomberos dedicaron todo el día de ayer a labores de rescate”.

Debido a que también hay incendios en el sur de California, las autoridades estatales dijeron que un total de 250 mil personas habían abandonado sus viviendas. Las órdenes de evacuación abarcaron toda la ciudad de Malibú, de 13 mil habitantes, entre ellos algunas estrellas de Hollywood. “La magnitud de la destrucción que estamos viendo es desoladora”, dijo el director de la Oficina de Servicios de Emergencia de California, Mark Ghilarducci.

Cinco de los fallecidos fueron hallados en sus vehículos, calcinados cuando trataban de huir por carretera. “Debido a las quemaduras, la identificación aún no se pudo hacer. Se realizarán autopsias para determinar las circunstancias de las muertes y comenzar el proceso de identificación”, indicó Ghilarducci.

El funcionario advirtió que el estado espera fuertes vientos y un clima muy seco, una mala noticia para los más de 2 mil bomberos que combaten las llamas, de los que tres habían resultado heridos.

El presidente Donald Trump emitió una declaración de emergencia que permitirá la asignación de recursos federales a los condados de Butte, Ventura y Los Ángeles.

Cuando se efectuaba la evacuación de Paradise, la orden causó un éxodo desesperado en el que la mayoría de los automovilistas quedaron varados a causa de los congestionamientos de tránsito y tuvieron que abandonar sus vehículos para huir a pie. Varias personas dijeron haber visto en llamas gran parte de la comunidad, incluidas viviendas, supermercados, negocios, restaurantes, escuelas y un centro de retiro.

Los desalojados de Paradise se refugiaron en una iglesia en Chico. “Estábamos rodeados de fuego. Conducíamos con llamas a ambos lados de la carretera”, dijo el policía Mark Bass. En las zonas rurales la situación no estuvo mejor. Los tanques de propano de muchas casas estallaron debido a las llamas. “Explotaban como bombas”, dijo Karen Auday, que huyó hacia una localidad próxima.

El capitán McLean dijo que los inmuebles perdidos podrían ser miles en Paradise, a 290 kilómetros al noreste de San Francisco.

Aunque se desconoce la causa del incendio, Pacific Gas & Electric Company dijo a las autoridades estatales que tuvo una interrupción del suministro de electricidad en una línea de transmisión cerca de Paradise unos 15 minutos antes del inicio del incendio. El fuego también afecta la localidad acomodada de Calabasas, donde vive Kim Kardashian, que a última hora del jueves fue desalojada junto a sus tres hijos. Las medidas de evacuación también afectaron a la actriz Alyssa Milano.

El tercer gran incendio en el estado, que lleva arrasadas 2 mil 500 hectáreas, es el de Hill, en el valle de Santa Rosa.

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