En el gobierno de Donald Trump una constante ha sido la estrategia de imponer la paz por la fuerza y el mejor ejemplo fue el ataque contra las instalaciones nucleares de Irán, luego del conflicto de 12 días entre Israel y la República Islámica.

Israel comenzó sus ataques, el 13 de junio, contra instalaciones atómicas, bases militares, mandos de las fuerzas de seguridad y contra científicos. Teherán lanzó varias oleadas de misiles, algunos de los cuales lograron penetrar el "Domo de Hierro" israelí, ocasionando la muerte de decenas de civiles.

Cuando Estados Unidos entró al conflicto atacó las bases nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán.

Tras los ataques, Trump declaró que “nuestro objetivo era la destrucción de la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán y darle un freno a la amenaza nuclear planteada por el Estado patrocinador del terror número uno del mundo". Teherán siempre ha insistido que sus investigaciones son con fines civiles.

"Mi gobierno ha actuado con una urgencia y velocidad históricas para restaurar la fuerza estadounidense en el país y en el exterior", dice la nueva Estrategia de Seguridad Nacional publicada por la Casa Blanca.

Antes de los ataques estadounidenses, Meir Javedanfar, especialista judío-iraní, quien trabajó en la BBC persa y actualmente vive en Tel Aviv, declaró a EL UNIVERSAL que el mandatario Trump “totalmente, podía parar la guerra entre Israel e Irán, y añadió que el mandatario estadounidense “presiona a Irán a través de Israel” para desmantelar su programa nuclear.

Lee también:

EU e Irán mantenían conversaciones nucleares en el momento del sorpresivo ataque israelí. Días antes, Trump dijo que daría a Irán dos semanas para entablar negociaciones sustanciales antes de atacar, pero ese plazo fue mucho más corto.

Robert O´Brien, exasesor de Seguridad Nacional del actual presidente durante su primer mandato, escribió en Foreign Affairs que “Trump ha utilizado el poder económico, diplomático y militar de Estados Unidos para cumplir todos los aspectos de su agenda de política exterior. Ha demostrado que la fuerza genera paz y seguridad”.

O´Brien opinó que “los ataques estadounidenses contra las instalaciones nucleares iraníes de Natanz y Fordow este verano paralizaron la capacidad de enriquecimiento de Teherán sin llegar a una guerra a gran escala. La máxima presión está estrangulando financieramente a Teherán, privando a los aliados del régimen del dinero y las armas de las que dependen para sembrar el caos. Los líderes iraníes están aislados, Hezbolá y Hamas están debilitados, y la región se inclina hacia la estabilidad”.

Lee también:

Tras los ataques, Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), afirmó que causaron daños graves a las instalaciones atómicas de la República Islámica, pero "no totales", contradiciendo a Trump quien dijo que habían quedado "completamente aniquiladas". "Francamente hablando, no se puede afirmar que todo ha desaparecido y que no queda nada", señaló Grossi.

Grossi declaró entonces a CBS News, medio estadounidense asociado a la BBC, que Teherán podría tener "en cuestión de meses... unas cuantas centrifugadoras girando y produciendo uranio enriquecido".

Además, una evaluación de inteligencia del Pentágono concluyó que los ataques estadounidenses sólo retrasaron el programa nuclear iraní unos meses.

El mandatario de Estados Unidos, quien incluso llegó a decir que merecía el Nobel de la Paz por acabar con al menos ocho conflictos, acusó a los medios de comunicación de "un intento de degradar uno de los ataques militares más exitosos de la historia".

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Khamenei, expresó que Estados Unidos "no logró nada significativo" al atacar las instalaciones nucleares iraníes, y añadió que Trump había ofrecido un relato "inusualmente exagerado" de lo que había sucedido.

Resaltó que la acción militar de EU nunca se relacionó con temas nucleares, sino que buscó la "rendición" de Irán. Khameni afirmó que EU "entró en una guerra directa porque sintió que, si no lo hacía, el régimen sionista sería completamente destruido". Tras los bombardeos, Irán e Israel acordaron un alto el fuego.

Grossi remarcó que "tengo que sentarme con Irán y estudiarlo, porque al fin y al cabo, todo este asunto, después de los ataques militares, tendrá que tener una solución duradera, que no puede ser sino diplomática".

Ivo Daalder, exembajador de Estados Unidos ante la OTAN, publicó en Politico que “la decisión de Trump de atacar partes esenciales del programa nuclear iraní sin duda jugó un papel importante en el fin de los bombardeos israelíes y los contraataques iraníes. Pero eso dista mucho de lograr una paz duradera. En cambio, es probable que Irán intensifique sus esfuerzos para construir un arma nuclear, e Israel ha dejado claro que se reserva el derecho de atacar en cualquier momento si Irán reconstruye su programa nuclear o de misiles y sus defensas aéreas”.

Daalder añadió que “lograr la paz —la resolución de un conflicto, no solo el fin de la lucha— es difícil. Requiere más que una llamada telefónica o una reunión, por muy carismático y persuasivo que se crea el pacificador. Requiere conocimiento profundo, negociaciones intensas, búsqueda de acuerdos y incentivos, así como castigos, para obtener resultados. E incluso así, la mayoría de los esfuerzos fracasan, no porque el pacificador sea incompetente, sino simplemente porque seguir luchando suele ser más fácil que encontrar una solución aceptable para ambas partes”.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

Más Información

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses