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Miami.— El huracán Sally tumbó árboles, inundó calles y casas y dejó sin electricidad a cientos de miles de hogares cuando golpeó la costa del golfo de Estados Unidos entre el martes y el miércoles, dejando lluvias torrenciales en Alabama y Florida.
Sally tocó tierra como huracán de categoría 2 en Gulf Shores, Alabama. Desde entonces se degradó a tormenta tropical, aunque ya dejó un muerto en Orange Bell y hay otra persona reportada como desaparecida. La tormenta se quedó prácticamente detenida frente a las costas de Alabama y el noroeste de Florida, donde dejó lluvias copiosas.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, dijo que algunas zonas puntuales podrían recibir hasta 88 centímetros de lluvia. “Inundaciones catastróficas y amenazantes para las vidas están ocurriendo sobre sectores del noroeste de Florida y el sur de Alabama”, escribió.
Se espera que el sistema se debilite a medida que avance sobre tierra firme y se convierta en una depresión tropical el jueves.
Más de 500 mil hogares y negocios en Alabama, Florida y Mississippi perdieron la electricidad, según el sitio web poweroutage.us, que rastrea los cortes de luz. Algunas de las peores inundaciones tuvieron lugar en Pensacola. Los residentes publicaban fotos y videos de las calles del centro, con los automóviles sumergidos hasta las ventanas.
La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, advirtió a los residentes que tomaría un tiempo restablecer los servicios de agua y electricidad, y limpiar los escombros. “El huracán Sally fue una tormenta lenta, lo que sólo añade demoras al restablecimiento de la energía, el agua y otros servicios esenciales”, dijo. Ivey había declarado estado de emergencia el lunes.
También el gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró el martes estado de emergencia para 13 condados del noroeste.
El gobernador de Mississippi, Tate Reeves, había declarado estado de emergencia antes de la llegada de Sally, aunque la tarde del martes la tormenta viró hacia el este y terminó golpeando Alabama y Florida.