Más Información
Fanáticos del Cruz Azul llegan al Estadio Ciudad de los Deportes tras su reapertura; refuerzan seguridad e instalan puesto de mando
Marilyn Cote sin licencia sanitaria ni certificación del personal, confirma Cofepris; promueve denuncia por usurpación de funciones
Sheinbaum: de los pueblos van a salir los nuevos jueces; se compromete a electrificar comunidades de Durango
San José.— Decenas de hondureños empezaron ayer a reunirse en la ciudad de San Pedro Sula, tenían previsto salir hoy hacia Estados Unidos en una nueva caravana.
La actividad fue convocada hace varias semanas en Facebook por el grupo “Buscamos refugio. En Honduras nos matan”, en medio de una reiterada alerta de que la decisión de migrar sin cumplir requisitos se basa en la inseguridad, violencia, y en la situación socioeconómica de ese país.
Aunque el propósito es que la caravana inicie hoy, se evaluó la posibilidad de postergarla para el próximo domingo y salir de Santa Bárbara, localidad vecina de San Pedro Sula.
Karla Rivas, coordinadora de la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica, de Honduras, informó a EL UNIVERSAL que la expedición fue gestada en barrios de ese país para converger en San Pedro Sula: “De parte del gobierno [hondureño] hay una campaña de miedo” para desestimular a los viajeros por el peligro del recorrido.
La gubernamental Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia de Honduras advirtió ayer a los padres que insisten en sacar del país de forma irregular a sus hijos menores de edad que serían castigados con penas de uno a tres años de cárcel. Los padres de familia deben evitar exponer a los menores a un viaje en el que pueden morir como víctimas del crimen organizado y sus redes de tráfico de personas y de órganos, insistió.
“Hay un riesgo de migrar de una manera irregular”, dijo la vicecanciller hondureña Nelly Jerez.
Roberto Herrera, comisionado de Derechos Humanos de Honduras, declaró a este diario que aunque sus compatriotas saben que el trayecto es peligroso, si su ánimo es migrar, “nuestra obligación es respetar eso y darles toda la información para evitar que sus derechos humanos sean vulnerados en la ruta de tránsito”.
Una primera caravana salió el pasado 13 de octubre de San Pedro Sula y abrió un grave conflicto migratorio regional. Otras movilizaciones similares surgieron también en El Salvador y Guatemala.
Esta situación coincide con el cierre de gobierno en EU por el empeño del presidente Donald Trump de construir un muro en la frontera con México. El pasado jueves el mandatario estadounidense dijo: “Hay otra gigantesca caravana formándose en Honduras (...) hasta ahora es la más grande que hemos visto”.