Un inquilino de un edificio de departamentos de la ciudad alemana de Wuppertal ha confesado este miércoles en el arranque del juicio que al intentar suicidarse provocó una devastadora explosión que mató a 21 vecinos del edificio.
El hombre, de 54 años de edad, ha declarado que quería suicidarse y con ese fin, el pasado 24 de junio abrió el conducto de gas de su vivienda, lo que provocó una gran explosión.
“Pido perdón a todos los residentes. Sé que soy el responsable, no fue mi intención”, dijo el acusado, quién resultó herido de gravedad.
En total, 21 vecinos murieron y otros 30 se quedaron sin casa. Además, un hombre salió despedido hacia la calle y sufrió lesiones graves por las cuales hoy depende de asistencia médica para vivir.
agv