PUERTO PRÍNCIPE— Decenas de haitianos molestos por haber sido deportados por Estados Unidos se enfrentaron el martes a las autoridades mientras trataban de regresar al avión que aterrizó el martes por la tarde en Puerto Príncipe .
Un guardia de seguridad cerró la puerta del avión a tiempo cuando algunos de los deportados comenzaron a lanzar piedras y zapatos contra el avión gritando: “¡Esto es un abuso!” y “¿Cómo es esto posible?”
De acuerdo con NBC News, tres agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) resultaron con lesiones que no ponen en riesgo sus vidas.
En el grupo había hombres y mujeres que habían descendido del segundo de cuatro vuelos que llegaron a la capital haitiana el martes, y algunos perdieron sus pertenencias en la trifulca luego de que llegó la policía. Entre los que trataban de volver al avión estaba Maxine Orélien, quien culpó al primer ministro de Haití de la situación.
“¿Qué le podemos dar a nuestra familia?”, cuestionó. “No podemos hacer nada por nuestra familia aquí. No hay nada en este país”.
Orélien es uno de cientos de migrantes a quienes Estados Unidos empezó a deportar a Haití el domingo, y se tienen muchos más vuelos previstos en los próximos días. Muchos de ellos abandonaron el país caribeño luego del devastador sismo de 2010 y ahora están preocupados sobre cómo encontrarán empleo y vivienda, y cómo mantendrán a su familia en una nación de más de 11 millones de habitantes donde alrededor del 60% gana menos de dos dólares al día.
Haití también enfrenta las secuelas del asesinato del presidente Jovenel Moïse perpetrado el 7 de julio y de un sismo de magnitud 7.2 que azotó la región sur de la nación a mediados de agosto, provocando la muerte de más de 2 mil 200 personas y destruyendo o causando daños a decenas de miles de viviendas.
Los que fueron deportados con niños pequeños están particularmente preocupados por el reciente repunte de violencia en Puerto Príncipe, debido a que las pandillas controlan aproximadamente una tercera parte de la capital. Los secuestros se han vuelto cada vez más frecuentes, y los objetivos varían desde estudiantes jóvenes hasta monjas y familias pobres.
Partners in Health, una organización sin ánimo de lucro con sede en Boston, declaró el martes que estaba indignada por lo que denominó trato inhumano del gobierno estadounidense hacia los migrantes y solicitantes de asilo haitianos. También pidió el cese inmediato de todos los vuelos con destino a Haití.
“Durante un periodo difícil y peligroso para Haití, es impensable que se envíe a hombres, mujeres y niños de vuelta a lo que muchos de ellos ya ni siquiera llaman ‘hogar’”, dijo el grupo.
Mientras tanto, el futuro de miles de migrantes que siguen en la frontera entre México y Texas está en el limbo. Se tiene previsto que los vuelos de expulsión de Estados Unidos continúen, mientras que México comenzó a retirar a algunos de la zona en avión y autobús. Hasta ahora, más de 6.000 haitianos y otros migrantes han sido retirados de un campamento ubicado en Del Rio, Texas.
Las expulsiones expeditas fueron posibles por una orden relacionada con la pandemia de coronavirus que fue implementada por el expresidente Donald Trump en marzo de 2020 y la cual permite que los migrantes sean retirados inmediatamente del país sin darles la oportunidad de solicitar asilo. El presidente Joe Biden exentó de la orden a los menores que viajan sin compañía de un adulto, pero el resto aún está sujeto a ella.
rcr