Los 18 gobernadores electos del chavismo gobernante juraron ayer sus cargos ante la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en Venezuela, en una jornada en la que parte de la oposición pidió revisar la estrategia seguida hasta ahora tras su derrota en las urnas anunciada por la autoridad electoral, mientras otros mostraron supuestas pruebas del “fraude” que, dicen, se produjo en las elecciones del domingo.

Cinco gobernadores electos que pertenecen a la coalición de partidos opositores Mesa de la Unidad Democrática (MUD), no asistieron a la ceremonia ante la ANC, conformada íntegramente por oficialistas y cuya legitimidad no reconocen ni la MUD ni buena parte de la comunidad internacional porque se integró tras unas elecciones en las que la disidencia se negó a participar y entre denuncias de fraude.

El presidente del país, Nicolás Maduro, ha pedido repetidamente a la Constituyente que utilice sus atribuciones ilimitadas para cesar a los gobernadores que no acepten la autoridad de este órgano, que fue instaurado por el oficialismo chavista en agosto para refundar el Estado y blindar la revolución bolivariana.

Los gobernadores opositores electos “sólo se someterán al mandato establecido en la Constitución” actual y prestarán juramento “ante Dios y los consejos legislativos respectivos y no ante la fraudulenta Asamblea Constituyente”, dijo la MUD.

El número de gobernaciones ganadas por el oficialismo en los comicios regionales aumentó a 18, de un total de 23 en disputa, luego de que las autoridades electorales proclamaran la madrugada del miércoles a Justo Noguera, candidato del gobierno, como vencedor, por un estrecho margen, en el estado sureño de Bolívar. Su rival, Andrés Velásquez, dijo que impugnará el proceso por considerarlo fraudulento.

El diputado opositor Enrique Márquez publicó fotografías que, dijo, corresponden a las actas electorales de varias mesas de votación de Bolívar y que demostrarían el supuesto fraude perpetrado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que se negó a realizar una nueva auditoría del sistema, alegando que “ya se hizo”, con el aval de la oposición.

El opositor José Manuel Olivares, candidato por el estado costero Vargas, también dijo que tenía pruebas sobre incidencias electorales —como expulsión de testigos por parte de uniformados, máquinas dañadas y fallas eléctricas— que habrían tenido impacto sobre 60 mil sufragios concentrados en puntos de votación en los que tradicionalmente se aglutinan adversarios de Maduro.

Mientras tanto, el partido Voluntad Popular (VP) —uno de los miembros con más peso dentro de la MUD— llamó por boca de su coordinador, el vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) Freddy Guevara, a iniciar “un proceso de revisión profunda de toda la estrategia opositora”.

Guevara afirmó que es necesario reconocer los “errores” cometidos por la MUD y buscar de esta forma “la reunificación de la oposición”.

El vicepresidente del Parlamento insistió en las condiciones fraudulentas en las que según la oposición se desarrollaron los comicios del domingo, incluyendo la reubicación, a última hora, de los colegios en que votaban más de medio millón de personas en zonas tradicionalmente opositoras. “Si antes podríamos pensar que pasaríamos por encima del fraude y derrotaríamos al CNE, las condiciones en las que se presentó este proceso nos llevan a afirmar que mientras estas condiciones sigan así, no habrá solución electoral a esta crisis”, dijo el joven político, que pidió no culpar de los resultados a la abstención entre sus filas.

Por un nuevo sistema electoral. El cambio de estrategia propuesto por VP consiste en centrar su “lucha” en la creación de un nuevo sistema electoral que evite que se repitan irregularidades como las señaladas por la oposición y por varios gobiernos extranjeros después de los comicios regionales.

Algunos políticos de la MUD han abogado porque el Parlamento —único poder del Estado en manos de la oposición— nombre de forma unilateral un nuevo CNE.

La AN hizo algo parecido hace meses con la designación de nuevos magistrados para sustituir a los jueces del Supremo que consideraba ilegítimos. El tribunal paralelo nombrado por el Parlamento ha debido constituirse en el extranjero, tras huir casi todos sus integrantes para evitar ser detenidos.

Pleito internacional. Los resultados de las elecciones fueron criticados, entre otros, por Canadá y Costa Rica. El gobierno venezolano entregó ayer mismo una nota de protesta al encargado de negocios de Canadá en Caracas, Craib Kowalik.

Asimismo, el canciller venezolano Jorge Arreaza consideró “insólito” que España haya citado ayer al embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, para transmitir el “rechazo absoluto” del gobierno de Mariano Rajoy a las declaraciones del presidente Nicolás Maduro sobre Cataluña. “Es un descaro”, dijo Arreaza, quien negó que Maduro haya incurrido en “alguna falta” por decir, el martes, que España “tiene presos políticos” y “persigue al pueblo de Cataluña”.

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