Este jueves se destrabó finalmente en el Senado de Estados Unidos el nombramiento de Gina Haspel como nueva directora de la CIA, de acuerdo con un reporte de The Washington Post.
De acuerdo con el rotativo, la designación de Haspel, quien acumula tres décadas de trabajo en la agencia de inteligencia, fue posible gracias a que varios legisladores demócratas terminaron aceptando su postulación, en parte por el arduo cabildeo realizado por la propia agencia en las últimas semanas.
Las resistencias a su designación se nutrían de preocupaciones reiteradas sobre el papel que jugó en el brutal interrogatorio de sospechosos terroristas después de los hechos del 11 de septiembre de 2001 , el peor ataque terrorista sufrido por Estados Unidos en su suelo.
Haspel habría estado involucrada en la tortura de presuntos terroristas tras los ataques que borraron del mapa a las torres gemelas de Nueva York, en un hecho atribuido al grupo radical islámico Al-Qaeda.
También habría estado relacionada con la creación de cárceles secretas en las que se presume se realizaron interrogatorios bajo tortura.
De acuerdo con el rotativo, Haspel habría sido beneficiada por la labor de convencimiento que realizaron, dos ex directores de la CIA, John Brennan y Leon Panetta, quienes persuadieron personalmente a varios legisladores.