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Washington.— El número de familias inmigrantes detenidas en la frontera entre México y Estados Unidos volvió a superar todos los récords el pasado mes de febrero, lo que para las autoridades estadounidenses demuestra que el sistema está en un “punto de quiebre”.
Al mismo tiempo, según funcionarios citados por el portal de noticias Vox, el gobierno de Donald Trump está ampliando el programa de devolución a México de migrantes que solicitan asilo en Estados Unidos.
En los primeros cinco meses del actual año fiscal, entre octubre de 2018 y febrero pasado, los agentes de EU detuvieron a más de 136 mil integrantes de grupos familiares. La cifra supera a la de las familias detenidas en todo el año fiscal de 2018.
“El sistema está por encima de su capacidad, está en un punto límite”, advirtió el comisionado de la Patrulla Fronteriza de EU (CBP), Kevin McAleenan, al presentar los números del mes de febrero. Las detenciones de indocumentados aumentaron 31% con respecto a enero, llegando a 76 mil 103 inmigrantes —en febrero de 2018, la cifra fue de 36 mil 751—. El dato mensual es el mayor registrado en cualquier febrero de los últimos 12 años.
Para McAleenan, los datos muestran que en la frontera hay “una crisis humanitaria y de seguridad fronteriza”, el argumento que usó el presidente Trump para emitir una declaración de emergencia nacional con la que busca poder recabar fondos para construir el muro. La gran preocupación de las autoridades es el aumento de los grupos familiares que llegan a la frontera, que alcanzaron un nuevo punto álgido el pasado febrero. El crecimiento fue estratosférico: fueron detenidos más de 40 mil padres e hijos que cruzaron y se entregaron a las autoridades, 67% más que en enero. Más de 7 mil 200 menores llegaron sin ningún adulto que los acompañara.
Las cifras resaltan el repunte de los cruces y llegadas a la frontera, especialmente de inmigrantes centroamericanos del denominado Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), después de que la frontera viviera un descenso de las llegadas hasta tener un punto de menor actividad en 2017. Los mexicanos, desde hace tiempo, no son el principal grupo de migrantes.
Se espera que con la llegada de la primavera los intentos por llegar a Estados Unidos, aprovechando más bondades climáticas, se acentúen, lo que hace temer a las autoridades fronterizas que las cifras rompan todos los récords.
“Normalmente vemos incrementos estacionales en marzo, abril y mayo”, explicó McAleenan. Según dijo, “los patrones que estamos viendo son similares a los de 2018, así que estamos muy preocupados de que veremos que las cifras aumentarán en marzo, abril y mayo con los diversos métodos que los traficantes de personas están ofreciendo”.
Regresarían a más. Muchos migrantes llegan a suelo estadounidense y solicitan asilo, pero Trump anunció a fines de enero un programa para devolverlos a México, por donde cruzaron, mientras se resuelven sus procesos. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador dice que se trata de una política unilateral de EU, pero que recibe a los migrantes por cuestiones humanitarias. Según Vox, el programa estadounidense se expandió.
La política, denominada Protocolos de Protección a Migrantes, mejor conocida como Permanecer en México, sólo se aplica a los migrantes provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Desde ayer, según el funcionario citado, y que pidió el anonimato, Estados Unidos comenzaría a devolver a México migrantes que cruzaran ilegalmente la frontera, fueran detenidos por los agentes fronterizos y solicitaran asilo —los llamados ingresos sin inspección—, no sólo a los que crucen por los puntos de entrada oficiales y soliciten asilo.
La política se ha aplicado hasta el momento en la frontera San Diego-Tijuana. Pero según el portal, en las próximas semanas se implementará en los casos de ingresos sin inspección en el sector de El Paso, en Texas, y probablemente en otros puntos muy transitados, como Calexico, California, y en Eagle Pass, Texas. La versión no ha sido confirmada oficialmente.