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París.— “Esto es demasiado”. Más de 216 mil menores fueron víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica en Francia desde 1950, a quienes el papa Francisco expresó su “inmenso dolor” tras la publicación de un esperado informe independiente y ante lo que feligreses esperan cambios.
El Pontífice “piensa ante todo en las víctimas, con inmenso dolor por sus heridas y con gratitud por su valentía para denunciar”, escribió el vocero del Papa, Matteo Bruni. El líder religioso deseó que “la Iglesia de Francia, consciente de esa terrible realidad, unida al sufrimiento del Señor por sus hijos más vulnerables, emprenda un camino de redención”, subrayó la nota.
“Esperábamos que fuera difícil, pero esto es demasiado”, asegura Céline Guillaume, una librera de 51 años de Lille.
Marie-Odile y Maurice, una pareja de jubilados franceses de unos 70 años, recorrieron las tiendas de recuerdos bajo una fina lluvia otoñal y dijeron que las conclusiones del informe no les sorprendieron: “Todo el mundo sabía lo que pasaba”.
Marie-Thérèse, un antigua profesora de educación física, consideró que el informe, aunque “duela”, es una “oportunidad” para que la Iglesia salga más fuerte y alertó de mantener la vigilancia contra los abusos.
Hasta inicios de 2000, la Iglesia católica francesa mostró una “cruel indiferencia” con las víctimas de estos abusos que tuvieron un “carácter sistémico”, subrayó durante la presentación del informe en París el presidente de la Ciase, el exalto funcionario Jean-Marc Sauvé.
Sauvé, católico practicante de 72 años, entregó el informe de más de 2 mil páginas, “una pesada carga tanto en el sentido literal como figurado”, a responsables de la Conferencia Episcopal (CEF) y a la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Francia (Corref), que lo encargaron.
La Ciase pidió a la Iglesia que reconozca su responsabilidad “sistémica”, que ponga en marcha ceremonias públicas para honrar a las víctimas y que deje claro que el secreto de confesión no cubre esos delitos, que deben ser denunciados a la justicia. Otras de las recomendaciones es indemnizar a las víctimas por los “daños sufridos”.