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París.— “Muy claramente, es Francia la que está siendo atacada”, dijo el presidente Emmanuel Macron frente a una iglesia en Niza, donde ocurrió un ataque terrorista. “No cederemos nada”, afirmó.
Un hombre armado con un cuchillo atacó a personas dentro de una iglesia del sur de Francia, causando la muerte de tres y haciendo que el gobierno elevara al máximo su alerta de seguridad apenas horas antes de que entre en vigor un encierro nacional por la pandemia.
Macron anunció un aumento del dispositivo militar ya desplegado para aumentar la protección del país, que pasará de 3 mil a 7 mil soldados. El ataque en la ciudad de Niza, junto al Mediterráneo, fue el tercero en dos meses que las autoridades atribuyen a extremistas, incluyendo la decapitación de un maestro que mostró en clase caricaturas del profeta Mahoma luego de que las imágenes fueron republicadas por el periódico satírico Charlie Hebdo, atacado en 2015.
Macron aseguró que Francia está en el punto de mira de la “locura islamista” por sus valores, “su gusto por la libertad, por permitir a cada uno que crea libremente sin ceder al terror”.
El consulado francés en la ciudad saudita de Yeda fue atacado también el jueves, mientras que un hombre que dijo respaldar a un grupo antiinmigración murió baleado por la policía en la ciudad francesa de Avignon, y se reportaron confrontaciones aisladas en otras partes, pero no estaba claro si había vínculos con el incidente en Niza.
El atacante del jueves resultó herido de gravedad por la policía y hospitalizado tras el incidente en la Basílica de Notre Dame, ubicada a menos de un kilómetro del sitio en el que otro atacante arremetió con un camión contra una muchedumbre que celebraba el Día de la Bastilla en 2016, matando a decenas.
El fiscal antiterrorismo de Francia, Jean-Francois Ricard, dijo en una conferencia de prensa por la noche que el atacante es un hombre nacido en Túnez en 1999 que llegó a la isla italiana de Lampedusa el 20 de septiembre y viajó a París el 9 de octubre. El hombre llevaba un ejemplar del Corán y una bolsa con dos cuchillos.
Añadió que el atacante no era conocido por las agencias de inteligencia como una amenaza de seguridad. Ricard detalló la horripilante escena que la policía encontró en la basílica, donde fallecieron un hombre y una mujer. La mujer de 60 años sufrió “un corte muy profundo en el cuello, como una decapitación”, dijo Ricard. El hombre de 55 años murió tras profundas heridas en el cuello, añadió el fiscal. La tercera víctima, una mujer de 44 años, consiguió escapar de la iglesia pero murió en un restaurante vecino.
“Los funcionarios evitaron, sin ninguna duda, un balance aún más dramático”, afirmó Ricard, en referencia a que otros fieles podrían haber entrado en el templo y haber sido atacados.
Las autoridades iniciaron una investigación de asesinato e intento de asesinato en conexión con actividad terrorista, un término común para esos crímenes. Dijeron que piensan que el hombre actuó solo, y que la policía no busca a otros agresores.