Javier Milei celebra su primer año como presidente de Argentina en medio de una gestión marcada por medidas de shock económico. En su discurso conmemorativo, celebró el martes los logros de su gobierno en su primer aniversario en el poder y destacó que “el país finalmente ha empezado a crecer” en un discurso transmitido en cadena nacional.
“Estamos saliendo del desierto, la recesión terminó, el país finalmente ha empezado a crecer”, dijo el mandatario.
Milei, un economista libertario de 54 años, asumió la Presidencia argentina el 10 de diciembre de 2023 con la promesa de hacer frente a las dos principales preocupaciones ciudadanas: sanear la maltrecha economía del país —con la inflación más alta del mundo— y reducir la inseguridad.
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Si bien ha conseguido desacelerar la inflación y avanzar hacia el equilibrio fiscal en los últimos doce meses, la agresiva política económica de Milei también ha impactado en las jubilaciones, los salarios y las pequeñas y medianas empresas, lo que hizo que la pobreza se disparara por encima del 50%.
Además, el Producto Interno Bruto se contrajo con una proyección de caída de entre 2.5% y 3.2% para este año, mientras que sectores clave como la industria, la construcción y el comercio minorista enfrentan dificultades significativas desde su llegada a la Casa Rosada.
No obstante, los recortes de los recursos destinados a áreas como las pensiones, educación, salud o ciencia apenas han afectado la alta popularidad presidencial, que gira en torno al 50%.
Desde que asumió, Milei implementó un ajuste cambiario drástico, aumentando el valor del dólar mayorista y aplicando un sistema de “microdevaluaciones” para estabilizar el mercado.
Estas medidas generaron una disminución de la brecha cambiaria y fortalecieron las reservas internacionales, pero también afectaron la actividad económica, con sectores como la industria y el consumo experimentando caídas.
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Además, su gobierno impulsó una agenda económica centrada en la austeridad y la apertura al mercado exportador, especialmente el sector agrícola, que se benefició del fin de la sequía.
No obstante, la estrategia no ha generado aún un repunte sostenido en la economía interna, y el país sigue enfrentando desafíos como un alto nivel de pobreza y una deuda social creciente.
Milei, quien ha mantenido una postura confrontativa y polarizante, buscará consolidar sus logros y enfrentar las críticas en su segundo año de mandato, con un panorama electoral clave para 2025. Su gestión continúa siendo una mezcla de promesas de transformación profunda y realidades económicas complejas.
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