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Glasgow.— La conferencia de la ONU sobre el cambio climático (COP26), en la ciudad escocesa de Glasgow, se alargó más allá de su cierre oficial y se prevé que continúe hoy, informó la presidencia británica.
Las negociaciones seguían en la sede de la conferencia, con bloqueos en torno a puntos como la financiación, según diferentes fuentes consultadas. Un nuevo borrador será emitido “hacia las 08H00 (GMT)”, informó un tuit de la presidencia. Luego, el presidente de la COP26, Alok Sharma, busca convocar un plenario en el que los ministros que participan en las negociaciones aborden el nuevo texto.
El principal escollo en las negociaciones se refiere a las concesiones que los principales emisores y los países ricos estén dispuestos a hacer en materia de financiación a las naciones en desarrollo para afrontar la lucha contra el cambio climático.
Las naciones ricas no les proporcionaron 100 mil millones de dólares anuales para 2020, como se acordó. Un borrador de ayer por la mañana reflejó esas preocupaciones, expresando “profundo pesar”. Las naciones más pobres dijeron que el arrepentimiento no es suficiente. El borrador también propuso la creación de un fondo de pérdidas y daños para ayudar a los países pobres a aprovechar las fuentes de ayuda existentes cuando se enfrentan a los devastadores impactos del cambio climático. Pero las naciones ricas como EU, que históricamente han sido la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre, se oponen a cualquier obligación legal de compensar a los países pobres.
La propuesta de acuerdo realizada por la presidencia británica “insta” a los países ricos a cumplir “urgentemente y por completo” con el compromiso de movilizar 100 mil millones de dólares al año, como se pactó en el Acuerdo de París, de 2015.
“Tenemos que ver dinero sobre la mesa para ayudar al mundo en desarrollo a realizar los cambios necesarios”, urgió el primer ministro británico Boris Johnson, durante una visita en el sureste de Londres. Johnson, sobre el acuerdo, advirtió: Nos arriesgamos a arruinarlo”. Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina presionaron para que el pacto final incluya un comité para monitorear la entrega del dinero.
La plataforma internacional contra el cambio climático CAN pidió “más ambición” en el acuerdo final. Gabriella Bucher, de Oxfam Internacional, instó a los países ricos, responsables en mayor medida del cambio climático, a mejorar su oferta de financiación para ayudar a los pobres a combatirlo y adaptarse. Ella y Jennifer Morgan, de Greenpeace, pidieron aprobar por primera vez subsidios en concepto de “daños y pérdidas” para aquellos territorios que ya se ven devastados por catástrofes naturales.
Otro punto en conflicto es el referente a los combustibles fósiles. El borrador pedía a los países “la supresión progresiva de la energía producida con carbón sin mitigación y de las ineficaces subvenciones a los combustibles fósiles”. Según un mecanismo establecido en 2015, los países deben revisar sus objetivos cada cinco años, la próxima vez en 2025. Entre los delegados de los que quieren avanzar más rápido produjo especial decepción la decisión de Sharma de descafeinar en su borrador de acuerdo la alusión a “acelerar el abandono progresivo del carbón y los subsidios a los combustibles fósiles”.
El enviado climático de EU, John Kerry, dijo: “No estamos hablando de eliminar” el carbón, pero “esos subsidios tienen que desaparecer”. Países como Australia e India se resisten a los llamamientos para eliminar el carbón en el corto plazo. De acuerdo con la BBC, “el texto revisado también solicitó plazos mucho más estrictos para que los gobiernos revelen sus planes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”. El borrador pide a las naciones que presenten otro objetivo más estricto para fines de 2022, pero algunas naciones, como Arabia Saudita, se resisten, dijo David Waskow, del Instituto de Recursos Mundiales.