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El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado suicida de este viernes contra una mezquita chiita en el noreste de Afganistán que dejó al menos 100 muertos, según un comunicado publicado en los canales Telegram de la organización yihadista.
El ataque en la ciudad de Kunduz se produjo cinco días después de un atentado con bomba contra una mezquita en Kabul, que dejó al menos cinco muertos y que también fue reivindicado por el Estado Islámico.
La organización extremista sunita afirma en el comunicado que uno de sus kamikazes "activó su chaleco explosivo en medio de la multitud" de fieles chiitas congregados en la mezquita .
El comunicado está firmado por el grupo Estado Islámico del Khorasan (EI-K), brazo local del EI, que multiplicó los ataques en Afganistán tras la toma de poder de los talibanes en agosto.
Para los talibanes sunitas, que controlan Afganistán, la principal amenaza es ahora el EI-K, que según la ONU tendría entre 500 a mil combatientes en territorio afgano.
Los yihadistas han atacado en otras ocasiones a los civiles chiíes, tanto en Afganistán como en otros países como Irak, donde suelen ser blanco predilecto del EI.
El atentado de hoy tuvo lugar durante la hora del rezo del viernes, el más importante de la semana, en una concurrida mezquita situada en la zona de Sayed-Abad en Kunduz, capital de la provincia homónima.
"Una fuerte explosión tuvo lugar en la mezquita Sayed-Abad, en la que ochenta personas de la comunidad chií que acudieron a los rezos han muerto y unas cien más han resultado heridas", dijo a Efe Ghulam Rabani Rabani, un antiguo miembro del consejo provincial de Kunduz.
Videos de la mezquita tras la explosión muestran decenas de cuerpos cubiertos de sangre con miembros amputados y tendidos en el suelo, entre escombros y los gritos de angustia de las personas que se afanaban por prestar ayuda.
Los talibanes han confirmado la explosión pero por el momento no han aportado datos oficiales de víctimas en este atentado, el segundo con decenas de fallecidos que reivindica el EI, después del ataque contra el aeropuerto de Kabul que el pasado 26 de agosto causó unos 170 muertos.
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lsm