Kabul/Washington.— Más de 60 personas murieron y 140 resultaron heridas tras el doble atentado ocurrido ayer, que se adjudicó el Estado Islámico (EI), en las cercanías del aeropuerto de Kabul, informaron fuentes oficiales. En respuesta, el presidente Joe Biden prometió venganza contra los autores de los ataques: “Haremos que lo paguen”.

Funcionarios estadounidenses informaron que 12 infantes de marina y un médico de la Armada se encontraban entre los que murieron. Otros 18 miembros del servicio resultaron heridos y uno de ellos falleció en el hospital, elevando la cifra mortal a 13.

Se trata del peor golpe para el Pentágono en Afganistán desde 2011, cuando el derribo de un helicóptero Chinook dejó 30 militares estadounidenses muertos. Es la primera vez que fallecen fuerzas militares de EU en Afganistán desde febrero de 2020, cuando perdieron la vida dos soldados.

Según el Pentágono, los atentados fueron cometidos por al menos “dos atacantes suicidas, considerados combatientes del EI, que detonaron [los explosivos] en las cercanías de la entrada Abbey del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, y en las cercanías del Hotel Baron”.

La de Abbey es la principal puerta de acceso al aeropuerto, por lo que desde el inicio de las evacuaciones se desplegaron los marines de EU en la zona. El Hotel Baron fue usado por soldados británicos y aliados como centro desde donde se organizaba la evacuación y procesar a las personas que saldrían del país.

Las víctimas formaban parte en su mayoría de la multitud que intentaba subir a uno de los vuelos de evacuación. La ciudad seguía en alerta después de que se reportaron nuevas explosiones que, según el principal portavoz de los talibanes, Zabihulla Mujahid, fueron detonaciones realizadas por las fuerzas de EU “para destruir su equipo”.

“No perdonaremos”

Estados Unidos advirtió que este ataque, que suma miedo al caos que están siendo las evacuaciones desde Kabul, no quedará sin respuesta y que la misión continúa. “No perdonaremos. No olvidaremos. Los perseguiremos y los haremos pagar”, afirmó el presidente Joe Biden en una conferencia desde la Casa Blanca, durante la cual llamó “héroes” a los estadounidenses caídos. EU responderá “con fuerza y precisión”, declaró el presidente.

Aseguró que los comandantes coinciden en que Estados Unidos “debe completar la misión” en Afganistán y que Estados Unidos “no será disuadido por terroristas”. Remarcó que ha pedido a los jefes de las Fuerzas Armadas que elaboren diferentes planes para atacar enclaves del EI, al asegurar que saben “quiénes son”.

Reconfirmó que cumplirá con el plazo del 31 de agosto para la retirada de las tropas estadounidenses del país asiático y que intentará evacuar a algunos solicitantes de visas afganos después de la fecha límite. Hasta ayer habían sido evacuadas unas 100 mil 100 personas de Afganistán.

Biden aseguró que “soy responsable, fundamentalmente, de todo lo que ha sucedido últimamente” y que no hay indicios de que los talibanes se confabularan con los militantes de EI para realizar el mortal atentado.

La filial del EI que se ha hecho responsable del ataque es conocida como Estado Islámico Khorasán (como los yihadistas se refieren a Afganistán). Fue creada en 2015 y es enemiga acérrima tanto de EU como de los talibanes.

“Si podemos averiguar quién está relacionado con esto, iremos tras de ellos”, dijo el general Frank McKenzie, quien supervisa la evacuación. Añadió que sería un error que EU suspendiera prematuramente la evacuación a pesar de los riesgos.

Explicó en una rueda de prensa que las fuerzas estadounidenses han estado “compartiendo información con los talibanes” y tienen intención de seguir “coordinándose” para evitar más ataques. El general argumentó que Washington y el grupo insurgente comparten un “propósito común” en la misión de evacuación. McKenzie indicó que esa colaboración está siendo “útil” y que los talibanes han frustrado “algunos ataques contra el aeropuerto en Kabul”.

Avisó también que todavía hay “una serie de amenazas activas” contra el aeródromo de Kabul.

Varios gobiernos lamentaron el ataque, incluido el mexicano. “El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, lamenta las consecuencias de las explosiones registradas en el aeropuerto de Kabul, Afganistán, con crecientes pérdidas civiles y personas heridas”, expresó en redes sociales. “La escalada de violencia vulnera aún más la situación desesperada de los civiles afganos”, añadió.

En EU, el gobierno ordenó ondear las banderas a media asta en los edificios públicos.

Visiblemente afectado, Biden pidió un minuto de silencio por las víctimas militares y civiles “que han dado la mayor muestra de devoción”.

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