San José. – “Cobarde”, le lanzó el presidente de Argentina, el ultraderechista Javier Milei, anteanoche al presidente del gobierno de España, el izquierdista Pedro Sánchez.
“Führercito del bigotico”, le arrojó el entonces presidente de Cuba, el comunista Fidel Castro (1926-2016), en junio de 2003 al gobernante de turno en España, el derechista José María Aznar, en una evidente comparación con las del líder nazi y dictador alemán Adolfo Hitler (1889-1945).
“Fascista”, le soltó el entonces presidente de Venezuela, el izquierdista Hugo Chávez (1954-2013) en noviembre de 2007 a Aznar.
Lee también: "No voy a pedir disculpas a Sánchez; yo soy el agredido", dice Milei; descarta romper relaciones con España
“Sicario”, “vende patria”, “bandido”, “corrupto” y “ladrón” le aventó el presidente de Venezuela, el izquierdista Nicolás Maduro, en marzo, abril y julio de 2015 al entonces presidente del gobierno español, el derechista Mariano Rajoy.
“Prepotencia”, le tiró el presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2022 al rey de España, Felipe VI, por negarse a responder las cartas que le envió en 2019 para pedirle al monarca que se disculpara por los denunciados abusos de los españoles en la conquista y la colonización (1519-1810) en suelo mexicano.
Por los altibajos en su política exterior, España dejó de ser un referente de influencia en América Latina y el Caribe al menos desde los últimos 35 años.
En 1978, 1980 y 1989, España suministró armas a la dictadura derechista del general Augusto Pinochet (1915-2006) que gobernó en Chile de 1973 a 1990.
En 1999 y con Aznar, gobernante de 1996 a 2004, Madrid coqueteó con Chávez, lo defendió y le vendió 631 granadas de mano, seis mil pistolas y centenares de miles cartuchos para disolver disturbios callejeros, y luego lo atacó y hasta promovió su derrocamiento en 2002.
Chávez se instaló precisamente en 1999 y contó con esos equipos entregados por Aznar para sofocar un intento de golpe de Estado hace 22 años o desbaratar las marchas opositoras en las calles venezolanas en otras fases del siglo XX que registraron violentes protestas contra el régimen chavista, ya con más de 25 años en el poder.
El choque entre Milei y Sánchez que se agravó en 2024, y se remontó a 2023, colocó apenas una nueva placa sobre el tenso historial de los nexos entre América Latina y el Caribe y España, que fue la metrópoli colonial de 18 de las 33 naciones latinoamericanas y caribeñas. La actual crisis Madrid-Buenos Aires acentuó las divisiones en ambas orillas del océano Atlántico.
“Esta situación se debe a la no aceptación de España de su inevitable declive (de influencia) en la zona”, afirmó el historiador y relacionista internacional brasileño Ricardo Seitenfus, ex diplomático de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“La estrategia de confrontación refuerza el nacionalismo latinoamericano y reconforta el poder presidencial sin mucho desgaste, sin consecuencias”, dijo Seitenfus a EL UNIVERSAL.
“La falta, en España y América Latina y el Caribe, de moderación de los presidentes se deriva de la falta de preparación diplomática del Estado y del bajo peso de los ministerios de Relaciones Exteriores”, subrayó.
Al explicar que “España, al tratar de ejercer alguna influencia política, cultural, económica y, sobre todo financiera, como en Argentina, conoce los repetidos desacuerdos con ciertos gobernantes progresistas”, narró que “Milei engrosa e innova la lista con su cruzada internacional de reforzamiento de la extrema derecha”.
Tras recordar que, como ex metrópolis ibéricas, España y Portugal “experimentan” nexos contrastantes con sus ex colonias americanas, adujo que Lisboa siempre activó la diplomacia ante cualquier fricción con América Latina y el Caribe.
“(Son) experiencias dispares y contradictorias en rasgos culturales y políticos a ambos lados del Atlántico: entre el radicalismo furioso y el dramático de origen hispánico y la inquebrantable y supuesta dulzura lusitana”, precisó.
Lee también: AMLO reclama a EU que prácticamente “no aporta nada” para el desarrollo de América Latina y el Caribe
Pleitos políticos
Sánchez inició la guerra verbal en noviembre de 2023, cuando Milei se perfiló como favorito para ganar, el 19 de ese mes, la ronda final de los comicios presidenciales de Argentina. Milei derrotó al economista izquierdista oficialista Sergio Massa.
Sánchez exaltó a Massa como símbolo de democracia y solidaridad y lo contrastó, sin citar a Milei y su excentricidad, “frente a la estridencia”. “Querido Sergio, te envío todo mi apoyo desde España y mis más sinceros deseos de éxito (…) Suerte y a ganar”, sentenció.
Sánchez eludió felicitar a Milei. Con frialdad bilateral a partir de que el argentino asumió su cuatrienio en diciembre, una bomba política explotó el 4 de mayo cuando el ministro de Transportes de España, Óscar Puente, sugirió en un acto público que Milei usaría drogas o “sustancias”.
Argentina repudió lo que calificó de injurias y calumnias de Puente y, entre otros términos, acusó a la española Begoña Gómez, esposa de Sánchez, de “corrupción”.
Las dos partes acordaron superar el incidente. Milei arribó el viernes anterior a Madrid a una cumbre anual e internacional del opositor y derechista partido Vox, de España.
Milei fustigó a Sánchez el sábado por la presunta corrupción de su esposa… y la crisis se reactivó. España llamó el domingo a consultas a su embajadora en Argentina, María Alonso, y ayer decidió su retiro definitivo, en un acto que Milei tildó de “disparato propio de un socialista (Sánchez) fatalmente arrogante”.
En una entrevista anteanoche, el argentino rechazó disculparse, como pidió España, y describió que, para agredirlo, Sánchez como “un cobarde se metió debajo de las polleras de las mujeres” de su gobierno.
“En los insólitos conflictos personales entre presidentes hispanoamericanos no hay inocentes ni víctimas: todos son partícipes”, adujo a este diario desde Washington el abogado y diplomático boliviano Jaime Aparicio, exembajador de Bolivia en la OEA, al lamentar “los insultos” de Sánchez a Milei y la respuesta “inapropiada” del argentino.
“Gracias a Sánchez, España es cada vez menos un referente estratégico en America Latina y el Caribe”, aseguró.