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El debate de junio de 2024 entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump expuso ante millones la fragilidad cognitiva y el cansancio del entonces presidente de Estados Unidos. Para su equipo, las evidencias estaban claras desde mucho antes, pero orquestaron un esfuerzo masivo para tratar de ocultarlo.
Así lo revelan los periodistas Jake Tapper, de CNN, y Alex Thompson, de Axios, en el libro "Original Sin: President Biden's Decline, Its Cover-Up, and His Disastrous Choice to Run Again" (Pecado Original: el declive del presidente Biden, su encubrimiento y su desastrosa decisión de contender de nuevo), que saldrá a la venta el 20 de mayo y del que medios como The New York Times, la revista The New Yorker y el propio portal Axios han difundido extractos.
En el que Axios dio a conocer este miércoles se revela que desde 2023 el deterioro físico de Biden era tan severo que sus asesores discutieron en privado la posibilidad de que necesitara una silla de ruedas si ganaba la reelección.
"El deterioro físico era tan severo y evidente, sobre todo en su modo de caminar, que se discutió si poner al presidente en una silla de ruedas, pero no podían hacerlo hasta después de las elecciones", dicen los autores, que se basaron en entrevistas con unas 200 personas del entorno de Biden, incluyendo figuras de alto nivel.
Según los autores, dada la edad de Biden -tenía 81 años-, su médico, Kevin O'Connor "dijo en privado que si sufría alguna caída, se necesitaría una silla de ruedas para lo que podría ser una recuperación difícil".
Sin embargo, la Casa Blanca determinó que había que esconder la condición real de Biden, arriesgando la salud del mandatario, al menos hasta las elecciones de noviembre.

Empeñarse en contender, el "pecado original" de Biden
Un estratega demócrata que defendió públicamente a Biden cuando creció la preocupación pública por su estado físico y mental dijo que la forma como el equipo del mandatario intentó encubrir todo "fue una abominación".
El "pecado original" de Biden: empeñarse en contender a pesar de las evidencias de que ya no estaba en condiciones de hacerlo, "le robó unas elecciones al Partido Demócrata; se las robó al pueblo estadounidense", señaló, de acuerdo con extractos que publica el Times.
La estrategia para ocultar las dificultades de Biden incluyó organizar caminatas más cortas, restringir el horario de atención de asuntos urgentes entre las 10 y las 16:00 horas, hacer que sus discursos fueran más breves, para que no tuviera que pasar mucho tiempo de pie, o incluso usar las escaleras cortas del Air Force One para no evidenciar sus trastabilleos y reducir las posibilidades de una caída, indican Axios y el Times.
Según los autores del libro, los ayudantes de Biden filmaban “a cámara lenta para difuminar la realidad de lo despacio que caminaba en realidad”.

"Lo que el público vio de su desempeño fue preocupante. Lo que sucedía en privado era peor. Si bien Biden, día tras día, podía tomar decisiones, demostrar sabiduría y actuar como presidente, hubo varios problemas importantes que complicaron su presidencia", señala el libro, según el extracto que publicó el martes la revista The New Yorker, que narra una ocasión en la campaña donde un Biden cansado tras un viaje para asistir al G7 tuvo que presentarse en un evento en el que estaba el actor George Clooney. Biden no lo reconoció.
A pesar de los esfuerzos de su equipo y su familia por ocultar la verdad, tras el desastroso debate con Trump, Biden no tuvo más remedio que hacerse a un lado de la campaña y pasar la estafeta a la entonces vicepresidenta Kamala Harris. Sin embargo, era demasiado tarde. En noviembre, Trump ganó las elecciones.
mcc