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Roma.- El repartidor argentino desaparecido hace casi un mes apareció muerto en una zona rural al sur de la región de Toscana, en Italia, después de haber sido asaltado por varias personas para robar el cargamento de bolsos de Gucci por un valor de 500 mil euros que transportaba, según las primeras pesquisas.
Los Carabineros (Policía militarizada) hallaron el cuerpo sin vida de Nicolás Matías Del Río, de 40 años y a quien se vio por última vez en las inmediaciones del Monte Amiata, en un barranco cercano a la localidad de Arcidosso (Grosetto, norte), a 20 kilómetros de donde desapareció, según informaron medios locales.
La casa de moda de lujo Gucci confirmó que los bolsos eran auténticos y que Del Río los estaba transportando a un almacén en Scandicci, en Florencia.
Por el momento hay tres detenidos, uno de origen albanés y dos turcos, que, según el relato de la Fiscalía recogido por las mismas fuentes, robaron el cargamento y asesinaron al repartidor argentino.
Gracias a los frutos del interrogatorio hacia uno de los detenidos, los agentes lograron acotar la zona donde se encontraba el cadáver.
El lugar del hallazgo se sitúa cerca de una casa en la que trabajaba como jardinero el padre de uno de los detenidos, y que fue inspeccionada anteriormente por la Policía, que encontró en ella algunos de los bolsos del cargamento robado y en la que también se descubrió un rifle enterrado en el jardín.
Según la Fiscalía, los detenidos pidieron ayuda a Del Río para transportar la mercancía de una furgoneta supuestamente averiada, lo que provocó que el fallecido se pusiera en contacto con su empleador para pedir instrucciones sobre cómo actuar.
Después de esa llamada, el teléfono se apagó y tanto el camión con la mercancía como el conductor desaparecieron sin dejar rastro.
Los detenidos, a quienes se acusa de delitos de robo, secuestro y homicidio voluntario, se deshicieron de camión quemándolo y fueron descubiertos gracias a las cámaras de seguridad de carreteras cercanas.
mcc