Más Información
Fanáticos del Cruz Azul llegan al Estadio Ciudad de los Deportes tras su reapertura; refuerzan seguridad e instalan puesto de mando
Marilyn Cote sin licencia sanitaria ni certificación del personal, confirma Cofepris; promueve denuncia por usurpación de funciones
Sheinbaum: de los pueblos van a salir los nuevos jueces; se compromete a electrificar comunidades de Durango
París. El futuro político del presidente francés Emmanuel Macron parece dirigirse al fracaso tras las elecciones parlamentarias del domingo que podrían paralizar al país, debilitar su posición en el extranjero y ensombrecer su legado, precisamente en momentos en que Francia se prepara para colocarse bajo los reflectores del mundo como anfitrión de los Juegos Olímpicos de París.
El presidente más joven en la historia del país es conocido en el escenario internacional por sus incesantes labores diplomáticas y sus iniciativas a favor de Europa.
Ahora, muchos se preguntan cómo logrará mantener las riendas del país ante el limbo en el que queda el gobierno con el resultado electoral: los votantes otorganron una nueva relación de fuerzas a los tres bloques surgidos de las elecciones de 2022: izquierda, centroderecha y extrema derecha. Sin embargo, ninguno logró la mayoría absoluta de 289 diputados.
Lee también: Europa, entre el alivio y la preocupación tras los resultados de las elecciones en Francia
La coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) obtuvo entre 190 y 195 diputados, seguida de la alianza de centroderecha de Macron (al menos 160) y del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados (143).
Estos resultados y los vetos cruzados entre el oficialismo y el partido La Francia Insumisa (LFI), el ala radical y principal formación del NFP, complican la formación de un nuevo gobierno, a 18 días de los Juegos Olímpicos de París.
Macron, de 46 años y a quien la Constitución le prohíbe postularse a un tercer periodo de forma consecutiva, lucha para no convertirse en un presidente que debe mantenerse en el cargo sin mayor aspiraciones que terminar su mandato, en 2027.
La prensa francesa recientemente se refirió al ambiente en el palacio presidencial como “el fin de un reinado”.
Macron se ve obligado a buscar la manera de formar un gobierno funcional, posiblemente ofreciéndole un acuerdo a sus rivales de izquierda.
En cualquier caso, ya no podrá implementar su propia agenda, la cual se ha basado en políticas proempresariales con el objetivo de impulsar a la economía nacional.
“Estamos ante lo desconocido. Lo realmente desconocido”, dijo el analista político afincado en París, Dominique Moïsi. "Porque los gobiernos de coalición no son una tradición francesa", añadió.
En el extranjero, Macron solía mostrarse como un actor principal conocido por su incesante activismo diplomático.
Ha estado sumamente involucrado en las labores de Occidente para brindar apoyo a Ucrania desde que Rusia inició su invasión en febrero de 2022.
Lee también: Francia: Izquierda frena a ultraderecha y reina la incertidumbre
En Medio Oriente, Francia ha estado impulsando las labores diplomáticas con sus aliados árabes.
Hace unos meses, Macron también delineó su visión de la Unión Europea, instando al bloque de 27 naciones a reforzar sus defensas e implementar drásticas reformas comerciales y económicas para competir con China y Estados Unidos.
La Constitución de Francia le otorga al presidente ciertas facultades en materia de política exterior, asuntos europeos y defensa.
Pero la división de poderes con un primer ministro de un partido rival sigue sin quedar clara, y sin un gobierno que lo respalde, el papel de Macron podría quedar limitado.
Elegido en un principio en 2017, Macron era en ese momento un exitoso debutante en la política con apenas 39 años.
Trato de flexibilizar el mercado laboral y aprobó nuevas medidas para que fuera más difícil que los desempleados cobraran prestaciones. Su gobierno también redujo impuestos empresariales con el fin de impulsar las contrataciones.
Las protestas antigubernamentales de los chalecos amarillos no tardaron en estallar, manifestándose contra la percepción de injusticia social, lo que dio pie a que Macron fuera conocido como el “presidente de los ricos”. Muchos aún lo perciben como arrogante y distante con el pueblo.
Sus opositores de la izquierda lo acusaron de destruir las protecciones a los trabajadores.
Macron arguyó que el desempleo cayó del 10% al 7.5% y Francia ha sido calificada en los últimos años como el país europeo más atractivo para la inversión extranjera.
En cuestiones políticas, el líder centrista lanzó su propio partido con la promesa de hacer un mejor trabajo que la derecha y la izquierda convencionales.
Pero eso también parece ahora destinado al fracaso.
Su decisión de adelantar elecciones de hecho impulsó a dos grandes fuerzas: Agrupación Nacional y a una amplia coalición izquierdista.
Macron fue reelegido en 2022, superando por segunda ocasión consecutiva a su rival de ultraderecha Marine Le Pen en una segunda ronda electoral. Pero perdió su mayoría parlamentaria, a pesar de que su alianza de centro obtuvo la mayor proporción de escaños en la Asamblea Nacional.