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Elizabeth Holmes, la polémica emprendedora de Silicon Valley que llegó a ser considerada hace unos años como la "nueva Steve Jobs", testificó por sorpresa en el juicio que se sigue en su contra en California.
Holmes, de 37 años, podría ser condenada a 20 años de prisión si es hallada culpable de loscargos de fraude que se le imputan en relación a su empresa Theranos.
Esta aseguraba disponer de una tecnología que le permitía detectar enfermedades como el cáncer y la diabetes con el análisis de una pocas gotas de sangre, algo que se demostró que no era cierto.
En su momento álgido, la empresa llegó a estar valorada en US$9.000 millones.
Sonriente y confiada
Este viernes, Holmes subió por sorpresa al estrado para declarar, asegurando que ella estaba convencida de que su compañía podía disponer de la tecnología que promocionaba.
"Trabajamos durante años con equipos de científicos e ingenieros para miniaturizar todas las tecnologías en el laboratorio", dijo al jurado, que pudo ver a la acusada por primera vez sin mascarilla.
Holmes sonrió y habló con confianza sobre los orígenes de la empresa y sobre por qué quería ayudar a la gente.
Según el periodista de la BBC James Clayton, el hecho de que Holmes haya testificado en el juicio es una estrategia arriesgada para la defensa, ya que abre la posibilidad de que sea interrogada por la parte acusatoria.
Clayton señala que parece que Holmes cree claramente que puede convencer a los miembros del jurado de que sus intenciones eran honorables y de que desconocía los principales problemas de Theranos.
A lo largo del juicio de dos meses, los miembros del jurado en California han escuchado el testimonio de más de dos docenas de testigos de cargo. Entre ellos había pacientes e inversores a los que, según los fiscales, Holmes engañó.
Auge y caída
La emprendedora saltó a la fama en 2013 gracias a una tecnología que, según ella, podía detectar múltiples enfermedades usando solo unas gotas de sangre de un pinchazo en el dedo.
Atrajo a inversores de alto perfil, como el magnate de los medios Rupert Murdoch, pero en 2015 un denunciante reveló que los análisis no funcionaban.
En 2018, Theranos se había derrumbado en medio de uno de los mayores escándalos corporativos en la historia reciente de Estados Unidos.
Holmes se ha declarado inocente de nueve cargos de fraude electrónico y dos cargos de conspiración.
Sus abogados dicen que no tenía la intención de defraudar, sino que "subestimó ingenuamente" los desafíos que enfrentaba su empresa.
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