Mientras los forenses trabajan para identificar los restos de las 62 víctimas del avionazo en Sao Paulo, Brasil, el viernes, poco a poco van saliendo a relucir detalles acerca de los fallecidos.
Josgleidys González, su madre y su pequeño Joslan abordaron el avión en Paraná, en el sur de Brasil, para un largo viaje hasta su natal Venezuela. Pero el plan se truncó al estrellarse la aeronave en la que viajaban en una zona residencial en la localidad de Vinhedo, en Sao Paulo.
Josgleidys tenía 25 años y su bebé de apenas meses cuando llegaron hace cuatro a Cascavel, una ciudad de 350 mil habitantes del estado de Paraná, donde ella trabajaba de cajera en un supermercado, cuenta a la AFP Thaiza Evangelista, una allegada brasileña.
El viaje que emprendían el viernes a su país era para tramitar documentos y seguir hasta Colombia para un nuevo intento por salir adelante, porque en Brasil la vida les resultaba demasiado costosa. Con ellos viajaba también Luna, una perrita de apenas seis meses de la que Joslan no quería separarse.
"Tenían la intención de ir a Colombia porque tenían familiares allí y no necesitarían pagar vivienda, porque aquí lo más difícil era el alquiler", relata Evangelista, que las semanas previas a su partida los ayudó con los preparativos.
"Estamos destrozados, y lo único que decimos es que ella no se lo merecía. Qué horrible", lamentó Neirelis Orta, una venezolana de 33 años que también migró a Brasil y vive desde febrero en Cascavel, donde trabajaba con Josgleidys en el supermercado.
"Un dolor inexplicable"
En el avión viajaban también Rafael Fernando do Santos, programador de 41 años, y su hija Liz Ibba, de tres. Santos había recogido a la niña para pasar el Día del Padre en Florianópolis, donde vivía, este domingo.
Adriana Ibba es la madre de Liz. Tras enterarse de la tragedia, insistió en ir a Vinhedo. En las redes sociales, publicó: “Día frío sin sonrisa. Que Dios te proteja y te guarde. Te amamos”.
Una visita que nunca llegó
Residentes de Cascavel, en Paraná, el matrimonio Renato y Valdete Bartnik, de 65 y 61 años, respectivamente, viajaban en el vuelo que terminó estrellado en Vinhedo. Según la hija del matrimonio, Katia Bartinik, los padres se dirigían a Río de Janeiro, donde visitarían a un hermano enfermo de Renato. Querían aprovechar también para visitar la capital de Río.
Médicos oncólogos
Arianne Albuquerque Estevan Risso, Mariana Comiran Belim, Sarah Sella Langer y José Roberto Leonel Ferreira, eran parte de quienes viajaban en el vuelo, todos ellos médicos que se dirigían a un congreso de oncología en Sao Paulo.
(Eran) médicos humanos, que trataban a todos los pacientes con gran dedicación, cariño y respeto”, publicó el Hospital Oncológico Uopeccan, en Cascavel, sobre las doctoras Arianne Albuquerque Estevan Risso y Mariana Comiran Belim.
Un maestro de judo
Edilson Hobold, de 52 años, era árbitro de judo y profesor de la carrera de Educación Física de la Universidad Estadual del Oeste de Paraná. La Confederación Brasileña de Judo lamentó su fallecimiento y dijo que el profesional “siempre fue amable y cortés y tuvo el respeto y la admiración de todos los que pudieron interactuar con él”.
"Tenía 52 años y dedicó gran parte de su vida al judo, sobresaliendo como uno de los árbitros más destacados del país. Siempre amable y cortés, contaba con el respeto y la admiración de todos los que interactuaban con él", señaló la Universidad.
Una abogada experta en demandas contra aerolíneas
La abogada Laiana Vasatta, de 32 años, se especializó en acciones contra aerolíneas y en defensa de consumidores con problemas de vuelo. En su perfil de redes sociales realizó publicaciones con consejos sobre los derechos de los pasajeros. Su padre es Jaime Vasatta, precandidato a concejal en Cascavel, Paraná. El tío de Laiana, Paulo Júlio Vasatta, es presidente del Consejo Municipal de Santa Helena, ciudad también de Paraná. Con información de AFP
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