Más Información
Trump alista sanción a la Corte Penal Internacional por acciones contra EU; firmará hoy una orden ejecutiva al respecto
Fiscalía de Morelos pide desafuero de Cuauhtémoc Blanco; está acusado por violación en grado de tentativa
“El mundo tiene un gusto más refinado”, responden camaroneros de Ecuador a Sheinbaum; critican “la nostalgia por lo local”
Ariadna Montiel alerta sobre video falso con su rostro y voz; anuncian inversiones fraudulentas en su nombre
“Se perdió espíritu de integración Norteamericana”, Horacio Saavedra; analiza a Sheinbaum y Trump en Con los de Casa
Loret de Mola revela motivo de bloqueo de la cuenta de TikTok de Latinus; acusa “acto de censura directo” por críticas a Trump
El director artístico de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, Thomas Jolly, negó el domingo haberse burlado de la última cena de los evangelios en uno de los momentos del espectáculo, criticado por la extrema derecha y el episcopado católico.
"Nunca encontrará por mi parte ningún deseo de burlarme, de denigrar nada. Quise hacer una ceremonia que reparara, que reconciliara. También que reafirmara los valores de nuestra República", dijo a la cadena de televisión BFMTV.
En uno de los momentos de la ceremonia del viernes, llamada "Festividad", aparecía un grupo de personas en una larga mesa, incluidas varias drag queens, que recordaba la última cena, la comida final que según los evangelios Jesús compartió con sus apóstoles antes de su crucifixión.
Lee también: Juegos Olímpicos Francia 2024: Religiosos reaccionan a performance drag queen de La Última Cena
La Conferencia Episcopal Francesa (CEF) condenó el sábado lo que considera "escenas de mofa y burla del cristianismo".
Pero según Jolly, la última cena "no fue mi inspiración". "La idea era más bien hacer un gran festival pagano conectado con los dioses del Olimpo... Olympus... Olimpismo", aseguró.
En el mismo sentido, el comité organizador de los Juegos dijo el domingo que no hubo intención de faltarle el respeto a nadie.
"Nunca hubo ninguna intención de faltarle el respeto a ningún grupo religioso en absoluto", dijo Anne Descamps, directora de comunicaciones del comité organizador en una conferencia de prensa.
"Si alguien se sintió ofendido, lo sentimos mucho", añadió.
A pesar de la polémica sobre algunos momentos, la ceremonia fue acogida en Francia con entusiasmo casi unánime.
kicp