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Una vez se ponga en circulación la orden europea de arresto y captura, el destino de Carles Puigdemont y de los cuatro exconsellers (consejeros) de la Generalitat de Cataluña que lo acompañan estará en manos de la justicia de Bélgica, país en donde fue visto por última vez el martes pasado.
El abogado belga Paul Bekaert, quien representa a los funcionarios catalanes destituidos, estima que en circunstancias “normales” el proceso duraría entre uno y dos meses.
Explica que una vez que la petición española sea traducida a las lenguas oficiales del país (francés, neerlandés y alemán), será atendida por la fiscalía federal, que a su vez la hará llegar a la policía federal para proceder a la detención de las personas en cuestión.
Después serán presentados ante el juez de instrucción, quien definirá las condiciones en las que afrontarán el proceso, es decir, bajo detención o libertad condicional. La Corte de Primera Instancia será la encargada de resolver el fondo del asunto. En caso de inconformidad, la defensa podrá recurrir a la Corte de Apelación y posteriormente a la Corte de Casación.
El primer ministro belga, Charles Michel, ha optado por mantener bajo perfil ante el tema catalán. El único pronunciamiento al respecto fue para dejar claro que “Puigdemont no está en Bélgica por invitación o iniciativa del gobierno de Bélgica.
“Tiene los mismos derechos y deberes que cualquier otro ciudadano europeo, ni más ni menos”, precisó Michel.
Por su parte, el alcalde del puerto de Amberes y líder del independentista Partido Nueva Alianza Flamenca (NVA), Bart de Weber, ha dicho que no dejará sólo a Puigdemont.
“No vamos a echarle aceite al fuego (…) pero no vamos a abandonar a los amigos. Nunca le doy la espalda a los amigos, incluso si están en problemas. Puigdemont es un amigo y los amigos siempre son bienvenidos”, subrayó De Weber.
El secretario de Estado para Asilo y Migración, Theo Francken, quien pertenece a NVA, sugirió el fin de semana que Puigdemont podía pedir asilo en su país, una medida que descartó el ex líder catalán en su comparecencia ante la prensa el martes pasado.