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Pese a la sentencia que dicte hoy la Corte de Nueva York contra Joaquín El Chapo Guzmán Loera, el capo más afamado de las últimas tres décadas, el Cártel de Sinaloa mantiene su expansión internacional en comparación con sus rivales, pese a las disputas internas que hubo tras la detención y posterior extradición del narco, indica la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en su informe anual de 2018.
La oficina antidrogas de la Unión Americana reveló que el grupo criminal sigue exportando al vecino país del norte cantidades “al por mayor” de metanfetamina, marihuana, cocaína, heroína y fentanilo por puntos de cruce ubicados a lo largo de la frontera de México con California, Arizona, Nuevo México y el oeste de Texas.
Las sustancias introducidas, subrayó la DEA, son distribuidas en Chicago, Phoenix, Los Ángeles y Denver, por las pandillas aliadas del Cártel de Sinaloa distribuidas en la Unión Americana.
Al mando del Cártel de Sinaloa, Guzmán Loera transportó decenas de miles de kilogramos de narcóticos desde centro y Sudamérica para distribuirlos al mayoreo en ciudades de EU como Arizona, Atlanta, Chicago, Los Ángeles, Miami y Nueva York.
Para ello, según la DEA, usó submarinos, aviones de fibra de carbono, trenes con compartimentos secretos y túneles transnacionales. Una de las mayores incautaciones de drogas dirigidas a EU involucró más de 7 toneladas de cocaína escondidas en latas de chiles jalapeños, reportó la DEA.
Según la agencia estadounidense, el capo utilizó varios métodos para lavar dinero, incluido el contrabando de efectivo de EU a México. Una de las incautaciones más grandes, refiere, fue de 1.26 millones de dólares en compartimentos ocultos en un camión conducido por el hermano de Guzmán Loera en Douglas, Arizona, en 1989.
La DEA señala que además del contrabando de efectivo, El Chapo creó numerosas empresas fantasma, entre ellas una de jugos y otra de harina de pescado.
Desafió al Estado. Guzmán Loera pasará a la historia como el narcotraficante que desafió al Estado mexicano al fugarse en dos ocasiones de prisiones federales de máxima seguridad y de tejer una amplia red de funcionarios a su servicio, que iban desde policías hasta miembros de alto rango de las Fuerzas Armadas y políticos.
Nació en el municipio sinaloense de Badiraguato, el 4 de abril de 1957; se crio en la comunidad La Tuna y a los 15 años se inició en el narcotráfico en la siembra de marihuana en la sierra.
Entró de lleno al negocio de las drogas en la década de 1980, de la mano del fundador del Cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, El jefe de jefes, quien se convirtió en el zar de la cocaína al ser el primero en traficarla a EU.
Tras la caída de Félix Gallardo, El Chapo fundó el Cártel de Sinaloa asociado con Héctor Palma Salazar, El Güero Palma.
Fue detenido por primera vez en 1993, en Guatemala, en el puente internacional de Talismán, y extraditado a México, donde fue ingresado al penal de Almoloya. En 1995, fue trasladado al Penal de Máxima Seguridad de Puente Grande, Jalisco, de donde el 19 de enero de 2001 se fugó en un carrito de lavandería.
En febrero de 2014, el capo fue detenido por elementos de la Marina Armada de México en Mazatlán, Sinaloa; sin embargo, volvió a fugarse, en esta ocasión de El Altiplano, en el Estado de México. Dos años después fue recapturado por elementos de las fuerzas federales durante un operativo en Los Mochis, Sinaloa. En enero de 2017, Guzmán Loera fue extraditado a EU bajo la condición de que no le fuera aplicada la pena de muerte.