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Nueva York.— Un jurado del tribunal federal de Nueva York declaró ayer a Donald Trump responsable de agresión sexual, pero no de violación, y difamación a la experiodista E. Jean Carroll y tendrá que resarcirla con 5 millones de dólares por daños y perjuicios. Carroll dedicó su victoria a “toda mujer que sufrió porque no le creyeron”.
Los nueve miembros del jurado, seis hombres y tres mujeres, al término de unas tres horas de deliberación, declararon por unanimidad civilmente responsable de agresión sexual y difamación a Trump, aunque no de violación. Los montos fijados para resarcir a la experiodista de 79 años se elevan a 5 millones de dólares.
De acuerdo con la ley estadounidense un manoseo o toqueteo sin consentimiento constituye una agresión o abuso sexual. Una violación implica que una persona penetre a otra por la fuerza. Ambos son considerados delitos graves, pero la violación lo es más.
El juicio tuvo carácter civil, lo cual implica que Trump no podía ser condenado a prisión. Al no haber testigos del abuso, era muy difícil comprobarlo por la vía penal, donde se le hubiera pedido deliberar si “más allá de toda duda razonable” se cometió la agresión sexual o la violación.
En cambio, en un juicio civil la carga de la prueba de la demanda por agresión es menor. Carroll sólo debía probar su caso “por preponderancia de las pruebas”; en otras palabras, los miembros del jurado sólo tenían que creer que la versión de los hechos de Carroll tenía más probabilidades de ser cierta que de no serlo.
Trump calificó de “vergüenza” la sentencia. “No tengo absolutamente ni idea de quién es esta mujer”, escribió en su red Truth Social.
Carroll denunció a Trump el año pasado por violación y por difamación después de que éste tildara de “completa estafa”, “falsedad” y “mentira” la revelación en un libro que publicó en 2019 de que el magnate republicano la había violado en unos grandes almacenes de lujo en la década de 1990.
Emocionada, Carroll abrazó a sus abogados tras escuchar el fallo. El abogado en jefe de Trump, Joe Tacopina, fue a estrecharle la mano. Después, la experiodista abandonó sonriente el tribunal sin hacer declaraciones.
“Estamos muy felices”, se limitó a decir su abogada, Roberta Kaplan. “¡Eres muy valiente, gracias!”, le dijo a Carroll uno de los manifestantes congregados a la salida del tribunal. Kaplan mencionó por escrio que esperaba que el caso de su cliente demostrara que nadie está por encima de la ley, “ni siquiera el presidente de Estados Unidos”.
“Interpuse esta denuncia contra Donald Trump para limpiar mi nombre y recuperar mi vida. Hoy, el mundo finalmente sabe la verdad. Esta victoria no es sólo para mí, sino para toda mujer que ha sufrido porque no le creyeron”, escribió en una nota a los medios.
Se sintió “avergonzada”
Carroll reconoció en el juicio que duró dos semanas, en el que no compareció Trump, que se sintió “avergonzada” por esta agresión que le impidió tener una relación sentimental desde entonces. “Me llevó mucho tiempo darme cuenta que permanecer en silencio no funciona”, dijo.
Otras dos mujeres, que se dijeron víctimas de agresión sexual de Trump, testificaron en el juicio para demostrar que el magnate respondía a un modelo de conducta. Una de ellas, la ejecutiva Jessica Leeds, dijo en la corte que Trump la toqueteó en un vuelo interno en clase business en la década de 1970, mientras que la periodista Natasha Stoynoff aseguró que el magnate la había besado sin su consentimiento durante una entrevista en su mansión de Mar-a-Lago en 2005.
Cerca de una docena de mujeres acusaron a Trump de agresión sexual antes de las elecciones de 2016, en las que llegó a la presidencia de Estados Unidos.
El republicano, quien aspira a volver a la Casa Blanca en los comicios de 2024, siempre ha negado las acusaciones y hasta ahora nunca había sido condenado por la justicia.
Trump no declaró durante el juicio ni su defensa convocó a ningún testigo; sin embargo, en un video de la declaración bajo juramento que hizo a la abogada de Carroll, en octubre pasado y que fue mostrado al jurado, tacha a la experiodista de “mentirosa” y “enferma”.
Los abogados de Trump sostenían que había inventado la agresión movida por el “dinero, razones políticas y estatus”.
En un mensaje publicado por The New York Times, la campaña del expresidente dudó de la imparcialidad del sistema judicial en “jurisdicciones totalmente controladas por el Partido Demócrata” en EU, que consideró “comprometido por la política extremista de izquierdas”. Además, dijo que apelará el veredicto.
Carroll se amparó en una ley promulgada en noviembre en el estado de Nueva York que dio a las víctimas de agresiones sexuales que habían prescrito un plazo de un año para demandar a sus presuntos agresores. Los rivales republicanos de Trump guardaron silencio en gran medida, una señal de su renuencia a enfrentarse a sus partidarios.