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José Vicente Haro, abogado de Edmundo González Urrutia, dijo a La W Radio de Colombia que el excandidato opositor, quien se convirtió en blanco de una orden de detención tras ignorar tres citaciones para declarar, “tiene que ir de casa en casa para proteger su vida”. Sin embargo fuentes en Caracas afirmaron que el candidato presidencial se esconde en una embajada.
Fuentes del gobierno brasileño dijeron que González Urrutia no está en la sede diplomática de ese país. Las opciones entre los países latinoamericanos son pocas, ya que, después de las elecciones presidenciales, Venezuela rompió relaciones con varios de ellos. Sus vecinos en la región, analistas y periodistas venezolanos especulan que el candidato opositor puede estar en una embajada europea.
La oposición considera a González, que no aparece en público desde el 30 de julio, como ganador de las elecciones basándose en copias de actas a las que dijo tener acceso y publicadas en un sitio web, pero el chavismo califica el material de falsificado.
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El excandidato opositor es acusado por presuntos delitos relacionados con estos comicios, que incluyen “usurpación de funciones, falsificación de documentos públicos, instigación a la desobediencia a las leyes, conspiración y sabotaje”, según la presentación del fiscal Luis Ernesto Dueñez, a cargo de la 58 Fiscalía Nacional, al Juzgado Primero Especializado de Primera Instancia, con competencia en casos de terrorismo.
Para las autoridades brasileñas, la orden de arresto emitida por el Ministerio Público venezolano contra González “cierra la ventana de oportunidad de negociación” entre el régimen liderado por Nicolás Maduro y la oposición, al evaluar que la situación política en el país es “grave”.
“Guardar silencio no es una opción, ya que somos observadores del Acuerdo de Barbados (sellado en noviembre del año pasado entre Maduro y un sector de la oposición)”, comentó una de las fuentes consultadas.
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Sin comunicación
Luego de más de un mes de gestiones para buscar la apertura de un espacio tras las elecciones del 28 de julio que permitiera una posible mediación entre los gobiernos de Brasil y Colombia entre Maduro y la oposición liderada por María Corina Machado, la noticia sobre la orden de aprehensión contra González profundizó un clima de enorme preocupación en el gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Brasil sigue de cerca la intensificación de la represión por parte del régimen venezolano y añadió una de las fuentes consultadas, ve “muy difícil” la comunicación entre Lula y Maduro en un futuro próximo. “No está en el radar”, destacó una de las fuentes.
El presidente venezolano, comentó otra fuente, “no está dispuesto a escuchar”. En otros tiempos, Brasil tuvo influencia en Venezuela y acceso privilegiado al expresidente Hugo Chávez, algo que los funcionarios del actual gobierno de Lula recuerdan a menudo. La situación actual confirma que esta influencia es actualmente mínima. “Chávez escuchó, Maduro no escucha”, subrayó una de las fuentes.
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